Los 5 caminantes vuelven a escena
Teatro a la Mala hace honor a su nombre. Surge para lograr un cambio mediante el arte en sectores vulnerables de República Dominicana y para hacer un teatro crítico.
De manera formal, el grupo abre en 2013 y en 2014 estrena ¨Y si no funciona¨, bajo la producción de Lya Abreu, actuación de Perla Vásquez y dirección de Eleccio Caraballo. A partir de esa fecha, estrenaron cinco espectáculos, bajo el método de teatro de laboratorio, y participaron en diversos festivales.
Este octubre, una nueva generación representa La fábula de los cinco caminantes, del actor Iván García. Ellos son Camilo Moreno, Jampier Sánchez, Jhoao Potrazo, Jorge Valdez, Máxima Montero y Argenis Ovando. En esta ocasión, conversamos con el director Eleccio Caraballo. Siempre tuve el deseo de hacer teatro y creo que el arte es una herramienta para el cambio social. Me becaron para estudiar teatro en España, en 2012. Me tardé dos semanas buscando un documento y me informaron que había perdido la matrícula. Me deprimí.
Perla Vásquez, mi mejor amiga, me dijo que empezáramos a hacer algo para que me distrajera. Teatro a la Mala no es solo el concepto de educar a través de una obra de teatro, sino de educar a través de talleres de teatro. Buscamos un proceso pedagógico que haga que la gente entienda su entorno social.
Desde el mismo año que empezamos, comenzamos a dar talleres en barrios. Al principio de manera informal y luego todo se fue formalizando. En 2018 le dimos clase a unos 600 muchachos, contando La Vega, y en Santo Domingo: GuaNo ley, Sabana Perdida, Cristo Rey y Los Alcarrizos. Una corriente de creación que se sistematizó a partir del maestro Jerzy Grotowski y el maestro Eugenio Barba. Este teatro vela por una creación auténtica, basada en el calentamiento físico y en el entrenamiento vocal, pero junto a esto un componente antropológico.
Lo de laboratorio viene por una constante repetición y exploración de lo mismo. Ahí es donde entra lo mágico.
En ese hacer lo mismo y el agotamiento físico surge una realidad extra cotidiana que tiene la persona. Eso es lo que queremos llevar a escena. En el teatro de laboratorio no actuamos, nos representamos.
es ponernos máscaras, es quitárnoslas. Y nos quitamos tanto que salen realidades propias del ser humano que son muy diferentes a lo que se le muestra. Empecé a hacer teatro de laboratorio por mi maestra Loraine Ferrand, la directora del Laboratorio del Actor en República Dominicana. Precedente a esto se encuentra el grupo al que ella también perteneció, Taller Anarco Teatral Katarsis. El director es Arturo López.
Ellos dos son los que me metieron en la cabeza este tipo de teatro. Estamos muy contentos porque los que van a subir a escena son el resultado de lo que nosotros hacemos en los barrios.
Esta obra es una sátira política, en donde se trabajan cinco puntos de la sociedad: iglesia, política, sindicalismo, el pueblo y la complicidad con los políticos. Nosotros contrastamos esos cinco aspectos con cinco puntos que afectan a nuestra sociedad hoy día.
Esta sociedad ha sido atacada por la tecnología y la iglesia se ha convertido en un sacerdote que profesa Facebook e Instagram. Dios pasa a ser las redes sociales. El sindicalista vela por sus bienes personales.
Carnido representa al gobierno, lo hemos trabajado desde el consumismo a la comida rápida. Fortido, personaje que en la obra original recibe favores del gobierno, lo pasamos a la cultura fitness, que ya ha pasado a convertirse, en algunos casos, en una práctica que atenta contra la salud y que se hace por vanidad.
El pueblo sufre el mismo maltrato.