‘Pole dance’
¿Un baile vulgar o solo para ‘strippers’?
Más allá de ser un baile erótico y, para muchos, vulgar, el pole dance o baile en el tubo es un deporte que involucra el cuerpo completo y pone a prueba la resistencia, al mismo tiempo de estimular la autoestima de quien lo practica.
Es una disciplina completa, tanto deportiva como artística, que trabaja con el tubo (la barra vertical) como elemento principal, y en la cual se incluyen ejercicios de gimnasia, aeróbicos y mucha danza, explica Laura Veloz, instructora y directora de la escuela Santo Domingo Pole Studio.
Al trabajar pole dance se descubren músculos del cuerpo que quizás se desconocían, afirma la experta.
Veloz agrega que realmente se trabaja absolutamente todo el cuerpo desde los brazos hasta el abdomen y las piernas.
“Es una disciplina bastante completa, por eso no se puede definir solamente como un deporte, ni como un arte, sino que fusiona varias cosas a la vez”, destaca Veloz.
Empoderamiento
El trabajo físico se evidencia por la resistencia que exige el deporte, empero, la disciplina ejerce gran fuerza en la parte emocional.
La experta resalta que practicar pole dance brinda un poder y empoderamiento en la persona, al sentirse en control de su cuerpo y con los movimientos que realiza.
“Realmente las personas cambian mucho, a medida que van teniendo control de su cuerpo, se van volviendo más seguras, van confiando más en sí mismas, y en los demás, se van empoderando”, expresa la instructura.
¿Un baile destinado solo a los burdeles?
Muchas personas tienen la percepción de que es un baile vulgar, obsceno o que solo se practica en los burdeles. ¿A qué se debe esta connotación sexual? Veloz expone que el pole
dance se conoció en América después de la Segunda Guerra Mundial, cuando las bailarinas eróticas animaban las carpas con diferentes entretenimientos. Debido al poco espacio, estas comenzaron a usar la barra que sostenía las carpas como parte de sus espectáculos y a los soldados les