ReconocimientodeLeonelaFNP
El pasado 23 de diciembre, nuestro amigo el doctor Leonel Fernández, en un almuerzo navideño con sus aliados de la Gran Alianza Nacional Renovadora (GANAR) expresó lo siguiente: “Desde el 2015, ya desde las filas de nuestro partido, se quería modificar la Constitución con un único y exclusivo propósito: la permanencia en el poder. Bueno, teníamos que rechazarla porque iba en contrapelo, a lo que habíamos concebido y no podría ser el propio partido el que produjese el hecho de modificarla única y exclusivamente para una reelección presidencial. Era un retroceso. En aquel momento, debo decirles, no encontramos respaldo en la sociedad dominicana; hubo un gran silencio de los distintos sectores de la vida nacional. Solamente una Fuerza se levantó en contra y lo hizo con un decoro y un sentido de dignidad que yo se lo reconozco, la Fuerza Nacional Progresista y el doctor Marino Vinicio Castillo. La Fuerza Nacional Progresista prefirió irse del gobierno, pero tener su dignidad y su decoro intactos con respecto a cómo es que debe organizarse democráticamente la República. Eso no es común entre nosotros. Aquí hemos visto, al revés, una degradación moral; la gente procura ser parte del Gobierno, de los gobiernos, del que sea y como sea, con tal de beneficiarse económicamente. Aquí es al revés, una postura de esa seriedad, de yo prefiero renunciar a todo esto porque creo que estamos trillando un camino equivocado, es algo que tiene que reconocerse en nuestro país. Yo creo que la decisión que tomó el doctor
Castillo y la Fuerza Nacional Progresista es un valor que tenemos que rescatar en estos momentos...”.
Gracias al amigo, doctor Leonel Fernández, por ese gran reconocimiento, ciertamente para la FNP y para nuestra Familia fue un momento y una decisión muy difícil, la de romper una alianza política de veintidós años con el PLD y renunciar a un gobierno que llegó al poder en el año 2012 de nuestra mano y de la del doctor Leonel Fernández. Sin embargo, la defensa de nuestras convicciones bajo el liderazgo de nuestro padre el doctor Marino Vinicio Castillo fueron fundamentales, así como su visión profética del desastre que sería para el país que el presidente Medina se embarcara en modificar la Constitución a través de métodos espurios para imponer la reelección. En un país donde reina el arribismo y el oportunismo, renunciar al poder e irse a la oposición a enfrentar un gobierno con pujos autoritarios fue un camino lleno de sacrificios y de riesgos partidarios, familiares y personales.
Pasaron cuatro años ya de esa decisión y hoy en retrospectiva es que se aprecia con mayor claridad lo acertado y conveniente de nuestra decisión. Cumplimos con nuestro deber y nuestra conciencia.
El presidente Medina que no atendió nuestros sanos consejos podrá evaluar pronto, al salir del poder el 17 de agosto, la magnitud de su error histórico. Saldrá impedido de aspirar jamás a la presidencia y con el funesto lastre de un segundo mandato lleno de escándalos, de corrupción y en un total descrédito.