Iglesia de los Dominicos El zodíaco adorna una capilla
Las representaciones astrológicas en este templo son ‘únicas’ en Latinoamérica.
Con mi hijo Alexis, en estos días de pandemia visito la Ciudad Colonial de Santo Domingo, a la búsqueda de edificios y espacios con anécdotas o leyendas. O en los que ocurrió o existe algo que sea excepcional, como son los signos astrológicos en el Convento de la Orden de Predicadores de América. Más conocido como el Convento de los Dominicos.
Desde el Parque Duarte lo vemos al otro lado de la acera, en la calle Padre Billini. Alexis cruza a una acera de la calle Duarte para tomar la foto que acompaña este artículo para el Listín.
La Capilla del Rosario
Si falta tiempo para hacer un recorrido por el interior de la iglesia, la primera visita ha de ser a la capilla del Rosario, para admirar en su bóveda de piedra una inusual representación en un templo: los 12 signos del Zodíaco. Al respecto hay, empero, varias interpretaciones: son los 12 apóstoles, los 12 profetas o las 12 puertas de Jerusalén en el Apocalipsis. Mientras las cuatro grandes figuras con atributos mitológicos (Júpiter, Marte, Saturno y Mercurio) dícese que encarnan las cuatro estaciones del año. El arqueólogo alemán, Erwin Walter Palm, calificó estas representaciones astrológicas como ‘únicas en el ambiente hispanoamericano’.
(Se cree que a nivel mundial no hay más de cuatro iglesias católicas donde esté representado el Zodíaco).
El sermón de Montesinos
Desde el púlpito de este templo, en diciembre de 1511, Fray Antón de Montesinos pronunció el sermón que marcó el comienzo del cristianismo liberador: ‘Yo soy la voz que clama en el desierto’. La iglesia fue además asiento de la Universidad de Santo Tomás de Aquino, la primera universidad del Nuevo Mundo. En su nave central se celebraban las investiduras.
Otros detalles
El Convento fue uno de los pocos edificios respetados por el pirata Drake durante su invasión a la ciudad. Aunque Drake no quemó este conjunto de convento e iglesia, sí se llevó sus obras de arte. Las actuales, aunque muchas antiguas, fueron adquiridas a fines del siglo XX.
Por daños sufridos en varias ocasiones a causa de terremotos, a partir del siglo XVIII ha sido remodelado o intervenido unas cuantas veces. La última, en 1971 por un equipo de profesionales dominicanos, entre ellos el arquitecto César Iván Feris.