Economistas opinan reforma requiere carga fiscal entre 18% y 20% PIB
Nueva vez el tema de la necesidad de una reforma fiscal vuelve al debate, ante el fuerte impacto de la pandemia y los requerimientos de recursos para impulsar la inversión y el empleo. En opinión de varios economistas, el Estado dominicano necesita elevar la presión tributaria tres o cuatro puntos porcentuales al nivel actual de 14%, es decir, entre 17% y un 20% en un lapso de tres a cinco años.
El economista Eduardo Tejera considera necesaria una reforma fiscal amplia en cuanto a ingresos y gastos, equilibrada, viable y sin choques internos, por un sobre ajuste en medio de esta crisis económica y sanitaria.
Hay que estar muy conscientes del momento de caída de la economía y de la pandemia, y los ajustes tributarios los deben pagar los que más tienen y pueden pagar, sin más cargas a la clase media baja o trabajadores, dijo. Además, aumentar las recaudaciones de impuestos directos y reducir la evasión y elusión, que es alta. También revisar los porcentajes de los incentivos y ciertos impuestos selectivos al consumo.
“Pero, sobre todo, la reforma debería ser viable y ajustada a la grave situación económica que se vive, producto del coronavirus. No se podrán resolver todos los problemas de una reforma. No tengo una cifra de meta, pero que la carga o presión suba a 17 % del PIB al segundo año y de ahí aumente hasta 19 o 20 % en tres años”, afirmó.
Rafael Espinal, coordinador de la Escuela de Economía de la universidad INTEC, opina: “Estamos de acuerdo con el director de Presupuesto en hacer de la reforma un mecanismo de corrección de las distorsiones en la estructura fiscal”.
Para Espinal, las tasas son muy elevadas, mientras las exenciones erosionan la capacidad recaudadora y facilitan mecanismos de evasión. En el país, indicó, la presión tributaria es de las más bajas del continente y debe ser aumentada gradualmente durante los próximos cinco años, hasta alcanzar un 19% o 20% del PIB para poder generar un superávit primario y sostener la capacidad de satisfacer la demanda social, sobre todo en salud y construcción de la infraestructura de desarrollo del país.
Espinal afirma que por la vía del gasto, la reforma se está produciendo ya, con mayor control de las compras públicas y contrataciones y el plan plurianual de inversiones públicas y transparencia y combate a la corrupción, a través de fortalecimiento institucional y mecanismos de evaluación de indicadores del gasto.
Necesidad
Para Antonio Ciriaco Cruz, coordinador de la Facultad de Economía de la UASD, la reforma fiscal es una necesidad, ya que el país dejó de percibir RD$120,000 millones en 2020, cuando la proyección era de unos RD$750,000 millones y terminó en alrededor de RD$630,00 millones.
Este año hay un déficit de 3.1% del PIB y por tanto a juicio del economista se necesitarán recursos para inversión pública. Citó que varios proyectos se han quedados en anuncios como Bahía de las Águilas, la ampliación del Puerto de Manzanillo y la construcción de la Avenida del Ámbar.
“La reforma fiscal debe llevar la presión tributaria, que en estos momentos debe estar en un 14%, a cuatro puntos porcentuales más, es decir, llevar la presión fiscal de 14% a 18%. Ese debe ser el impacto para que el Estado dominicano pueda recaudar RD$300.000 millones adicionales”, dijo. Los ingresos ordinarios del Estado, un 33% del PIB, se están yendo al pago de intereses de la deuda (más de RD$187,000 millones) y eso implica una fuerte presión en las finanzas públicas. Ciriaco Cruz cree que la reforma tiene que ser integral, para que el próximo año esté consignada en el presupuesto, mediante una revisión profunda de la exenciones fiscales, de más de RD$217,000 millones, priorizar y mejorar la calidad del gasto, para que el Gobierno puede ir mejorando sus finanzas, además poner impuestos a grupos con alto nivel de renta, a partidas de impuestos directos. Sugiere ver algunas figuras y quitar presión la clase media y de menores ingresos, al bajar el ITBIS de 18% a 16%, porque es la más alta de América Latina
Nassim José Alemany, Economista Socio de la firma Deloitte República Dominicana, dijo que hace años que se necesita una reforma fiscal que toque distintas áreas. Expuso que antes del Covid-19 ya la situación fiscal era delicada y ahora con la caída de la actividad económica y con el aumento del gasto social, la situación es más compleja, por lo que dependiendo de lo que quiera el Gobierno, la reforma puede buscar objetivos de deuda o de ingresos. Por el lado del gasto público plantea la racionalización, transparencia y efectividad. Cree importante reducir la informalidad porque sería muy difícil aumentar la recaudación con los niveles vigentes y la evasión fiscal. Plantea revisar y evaluar las exenciones.
EL MINISTRO JOSÉ IGNACIO PALIZA AFIRMÓ AYER QUE LA REFORMA FISCAL SERÁ UNA PIEZA COMPLETA Y NO UN PARCHE RECAUDADOR.
Luis Vargas lamenta
El economista Luis H. Vargas lamenta que se plantee la necesidad de un pacto fiscal sin contar con los diagnósticos imprescindibles sobre la situación actual y tendencia futura de la evolución de las más importantes variables macro-económicas y megasociales.