Biden enfrenta una crisis fronteriza
LOS ÁNGELES — La primera crisis migratoria del presidente Joseph R. Biden Jr. ya ha comenzado, al tiempo que miles de familias se han dirigido a la frontera en semanas recientes, impulsadas por las expectativas de una recepción más amigable y por un cambio en la política mexicana que dificulta que Estados Unidos expulse a algunos migrantes.
Más de mil personas que habían estado detenidas después de cruzar han sido liberadas en el país al revertirse rápidamente el cierre casi total de la frontera impuesto por la Administración Trump. Todos los días se aglomeran nuevas familias en las ciudades fronterizas mexicanas, durmiendo en las calles, debajo de puentes y en cunetas, señalan abogados y grupos de ayuda.
Un campamento de migrantes en Matamoros, justo al otro lado de un puente desde Texas, ha crecido a mil personas.
La oleada representa la primera prueba importante a la promesa de Biden de adoptar una política más compasiva a lo largo de la frontera de Estados Unidos con México.
“Era predecible que prácticamente no habría luna de miel para la Administración Biden en cuanto a las múltiples crisis que están desplazando a personas de los países del Triángulo Norte de Centroamérica y de otras naciones”, dijo Donald Kerwin, del Centro de Estudios Migratorios. Estas crisis incluyen huracanes que destruyeron