Atlas de microbios del sistema de transporte
Durante siglos, los naturalistas han mapeado la flora y fauna del mundo. Han elaborado atlas de aves migratorias y peces de agua fría, y bosquejado la geografía de animales carnívoros y plantas alpinas. Ahora, un enorme equipo de investigadores ha agregado un nuevo volumen a la colección: un atlas de microorganismos hallados en los metros del mundo. Contiene datos recolectados por más de 900 científicos y voluntarios en 60 ciudades de seis continentes.
“Tuvimos un ejército coordinado de personas con hisopos y mascarillas recolectando material genético de ciudades de todo el mundo”, dijo Christopher Mason, un genetista en el Centro Médico Weill Cornell, en Nueva York, quien encabezó la investigación.
Aunque cada ciudad tenía su propio perfil microbiano singular, había un “microbioma urbano medular” que compartían todas las ciudades. Los científicos, miembros del consorcio internacional MetaSUB, también descubrieron más de 10 mil especies de virus y bacterias no identificadas previamente. Publicaron los hallazgos en la revista en mayo.
“Nos sumergimos en los centros urbanos para encontrar un diverso y valioso acervo de nuevas formas de vida”, dijo Mason. “Los pasamanos y las bancas de nuestras ciudades a veces tienen tanta o más diversidad que una selva tropical”.
Se desconoce la fuente y la función de muchos de estos microbios, pero los hallazgos no deben ser motivo de alarma, subrayan los científicos.
“No vemos nada que nos preocupe”, dijo David Danko, director de bioinformática de MetaSUB. “No queremos que la gente les tema a estos microbios, porque simplemente son parte del ecosistema en el que vivimos los humanos”.
La recolección de muestras para el nuevo estudio inició en el 2015, después de que la investigación de Mason sobre los microbios del sistema de metro de NY atrajo interés internacional. En respuesta, creó el consorcio MetaSUB para estudiar los microbios presentes en las ciudades de todo el mundo.
Del 2015 al 2017, cuadrillas de investigadores y voluntarios recorrieron los sistemas de transporte masivo de 60 ciudades. Pasaron hisopos por una variedad de superficies, incluyendo los torniquetes, barandales, quioscos de boletos y bancos dentro de las estaciones y los vagones del metro. (En las ciudades que no tenían sistemas de metro, los equipos se centraron en el sistema de autobuses o trenes).
Luego extrajeron y secuenciaron el ADN de cada muestra para identificar las especies que contenía. En total, encontraron cuatro mil 246 especies conocidas de microorganismos. Dos tercios eran bacterias, mientras que el resto era una mezcla de hongos, virus y otros tipos de microbios.
También encontraron 10 mil 928 virus y 748 tipos de bacterias que nunca habían sido documentados. La gran mayoría de estos organismos probablemente representen poco riesgo para los humanos, dijeron los expertos.
Ningún ambiente es estéril.
En 60 ciudades encuentran miles de especies nuevas.
De hecho, nuestros cuerpos dependen de una comunidad rica y dinámica de microbios para funcionar de forma correcta.
“Creo que lo más importante es no sentir pánico”, dijo Noah Fierer, microbiólogo en la Universidad de Colorado, en Boulder, quien no estuvo involucrado en la investigación.
En esta enorme colección de microbios, los científicos pudieron identificar 31 especies de bacterias, lo que ellos llamaron “microbioma urbano medular”, presentes en casi todas las muestras.
Más allá de este microbioma central, hubo una enorme variación: las firmas microbianas de las ciudades eran lo suficientemente distintivas como para que los científicos pudieran identificar, con una precisión del 88 por ciento, de dónde provenía una muestra. “Dame tu zapato y, si lo secuencio, probablemente podría decirte en qué parte del mundo vives”, dijo Mason.
No está completamente claro qué impulsa esas diferencias.