Miami considera serias medidas de protección
MIAMI — Hace tres años, poco después de que el huracán Irma dejó a partes de Miami bajo el agua, el Gobierno federal de Estados Unidos inició un estudio para encontrar una manera de proteger la costa del sur de Florida de una destructiva marejada ciclónica.
Hay que construir un muro, propuso el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos en su primera versión del estudio, que ahora está bajo revisión. De hecho, un muro de 10 kilómetros, principalmente tierra adentro, paralelo a la costa y a través de los vecindarios —salvo un tramo de 1.6 kilómetros exactamente en la Bahía Vizcaína, a un lado de los rascacielos resplandecientes de Brickell, el distrito financiero de la ciudad.
La propuesta de seis mil millones de dólares sigue siendo tentativa.
Pero la sugerencia de construir un masivo rompeolas de seis metros de altura en medio de la hermosa Bahía Vizcaína fue suficiente para llamar la atención de algunos habitantes de Miami: llegó la hora de tomar las difíciles decisiones necesarias para lidiar con los muchos retos ambientales de la ciudad.
En Miami, quizá el área metropolitana estadounidense más expuesta al aumento en el nivel del mar, el problema no es la negación del cambio climático. El problema es que la magnitud de los obstáculos entrelazados puede parecer abrumadora y ninguna de las posibles soluciones es barata, fácil ni agradable.
Para el estudio, el Cuerpo de Ingenieros se concentró en la marejada ciclónica. Sin embargo, esa no es la única preocupación.
El sur de Florida, plano y de baja altitud, yace sobre piedra caliza porosa, lo cual permite que el océano se eleve a través del suelo. Aunque no haya tormentas, el aumento en el nivel del mar contribuye a mayores inundaciones por las mareas. El agua salada deja menos espacio para que la tierra absorba líquido, por lo que el agua de las inundaciones se queda estancada por más tiempo, y su escorrentía contamina la bahía.
Los legisladores estatales han canalizado más de 200 millones de dólares de recaudación fiscal a proyectos relacionados con el aumento en el nivel del mar y el alcantarillado. También destinaron al fondo 500 millones de dólares del estímulo federal. Sin embargo, el costo de todo lo que se tiene que hacer es de miles de millones de dólares. De ser aprobados por el Congreso, los proyectos del Cuerpo de Ingenieros cuentan con financiamiento del 65 por ciento por parte del Gobierno federal y del 35 por ciento por parte de un patrocinador gubernamental local.
Los funcionarios del Cuerpo de Ingenieros dicen no ver otra solución.
Niklas Hallberg, director de proyectos del estudio, dijo que el Cuerpo está comprometido a trabajar con la comunidad en la siguiente fase, de manera que “quizás no parezca tanto un muro”.
Proponen un muro de seis metros contra el mar.