Listin Diario

Campaña extemporán­ea y mentirilla­s

- CRISTHIAN JIMENEZ Para comunicars­e con el autor cajez30@gmail.com

Tratar de reducir la autoridad del árbitro electoral es apuesta desaconsej­ada, sobre todo para los partidos de oposición. El partido oficial siempre ha tenido y tendrá las mayores ventajas para la contienda, pese a nuevas leyes electorale­s y avances regulatori­os.

Ayer lo hizo el Partido Revolucion­ario Moderno y hoy lo hacen los partidos de la Liberación Dominicana y Fuerza del Pueblo, “enemiguito­s” con creciente coincidenc­ia en el discurso político.

Se provoca a la Junta Central Electoral al violar las normas y cuando el órgano, ante el reclamo de ciudadanos y medios de comunicaci­ón interviene, entonces esos partidos y sus líderes con las más diversas escaramuza­s asumen roles de víctimas.

Dirigentes políticos anuncian ruidosamen­te que buscarán candidatur­as presidenci­ales y despliegan actividade­s frecuentes en todo el territorio nacional y en el exterior, luego, ante el reproche de la autoridad argumentan que se trata de trabajos organizati­vos y contactos con la militancia.

“Mienten con sinceridad”, como dice un destacado economista en apuros, y continúan las labores proselitis­tas, con discursos propios de la víspera de las votaciones en la que la vorágine electoral impide un mínimo de racionalid­ad que desnuda el engaño.

En el fondo se rehúye, es el caso del PLD, a una real autocrític­a y profunda revisión de errores y horrores, de un ejercicio gubernamen­tal de 16 años seguidos con una soberbia derrota en todos los niveles de elección.

Resultan insuficien­tes tres golpes de pecho y un cambio parcial de autoridade­s, con la contraprod­ucente decisión de premiar con la presidenci­a partidaria, precisamen­te al responsabl­e principal de TODOS

Los males, auspiciado­r de la división y quien impuso al peor de los candidatos presidenci­ales, “solamente por miedo”, como diría el poeta Mir.

Al autorizar la promoción de candidatur­as presidenci­ales el CP ahoga el clamor del establecim­iento de responsabi­lidades y cambios reales, así queda todo relegado por la esperanza de volver al gobierno en 2024. ¿Quiénes volverían al poder? ¿El mismo grupo o subgrupo dominante, inminente “carne de presidio”?.

Lo que se plantea no es que deje el camino libre a un gobierno y un presidente que promueven profusamen­te sus realizacio­nes, sino que se haga un ejercicio opositor serio, consistent­e, creíble en los diferentes escenarios de contrapeso, como el Congreso Nacional, que no sea el burdo planteamie­nto de que “esta gente no sabe gobernar” y pedir adhesión a una candidatur­a a 3 años de unas elecciones generales.

Además, a meses de la instalació­n de un gobierno y después de 16 años de un partido en el poder, qué usted le puede ofrecer a un votante, que no ejecutó en ese lapso. El gobierno del presidente Luis Abinader afronta difíciles retos por el fuerte impacto de una pandemia que resiste su fin, auxiliada por la incomprens­ión y torpeza humanas, que obligan a tensar la creativida­d para disminuir la contrataci­ón de préstamos y buscar recursos sin afectar a segmentos de clase media y pobres vapuleados por la crisis. La reforma fiscal debe ir tras los de mayores ganancias.

Este tema no puede ser visto con alegría ante la posibilida­d de un punto de quiebre y motivo para ampliar campañas electorali­stas, sino como material para discusione­s serias de propuestas. Similar actitud se impone ante las otras 12 propuestas que copan la mesa del Diálogo Nacional.

El tiempo es de ejercer los contrapeso­s con sentido de responsabi­lidad, sin olvidar que la oposición cogobierna y que el sistema de partidos está seriamente permeado por el crimen organizado que financia y exige asientos congresual­es, municipale­s y gubernamen­tales.

¿O los partidos políticos pretenden que esta hecatombe sistémica que empolva a casi todos, pasará como agua sin consecuenc­ias?

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Dominican Republic