Puertorriqueños están molestos por apagones
Ningún huracán ha impactado Puerto Rico este año, pero cientos de miles de personas en la isla sienten que están viviendo los estragos causados por una gran tormenta: los estudiantes hacen la tarea a la luz de los teléfonos que poco a poco se quedan sin batería, la gente que depende de la insulina o de terapias respiratorias está teniendo problemas para encontrar fuentes de energía y los ancianos están huyendo de residencias sofocantes en medio de temperaturas récord.
Los apagones en toda la isla han sido más frecuentes en las últimas semanas, y algunos de ellos han durado varios días. Las autoridades los han atribuido a cualquier cosa: algas y hasta fallas mecánicas, mientras que el gobierno señala que la situación es un fallo garrafal que debe solucionarse rápidamente.
Los apagones diarios están provocando atascos de tránsito, descomponiendo electrodomésticos costosos, obligando a los médicos a cancelar citas, causando que los restaurantes, centros comerciales y escuelas cierren temporalmente e incluso hicieron que una universidad suspendiera las clases y otra declarara una moratoria para los exámenes. “Esto aquí es un infierno”, dijo Iris Santiago, de 48 años y quien padece problemas de salud crónicos y que a menudo se sale de su casa para unirse a sus vecinos de edad avanzada cuando se va la luz en su edificio.