Se mueren los corales El calentamiento aniquiló un 14% en última década
El estudio de seguimiento abarcó un periodo de 40 años, con datos procedentes de 73 países, recopilados en 12,000 lugares de observación por más de 300 científicos
Alrededor del 14 por ciento del coral mundial se ha perdido desde 2009, según ha documentado la Red Mundial de Vigilancia de los Arrecifes Coralinos (GCRMN) en su sexto informe.
Según sus autores, se trata de la instantánea científica más detallada realizada hasta la fecha sobre los efectos que el aumento de las temperaturas marinas ha tenido sobre los arrecifes del mundo.
El estudio de seguimiento abarca un periodo de 40 años, con datos procedentes de 73 países, recopilados en 12,000 lugares de observación por más de 300 científicos a través de 2 millones de observaciones individuales, informa esta entidad en un comunicado.
Los arrecifes de coral de todo el mundo se hallan bajo un estrés incesante debido tanto al calentamiento provocado por el cambio climático como a otras presiones locales, como por ejemplo la sobrepesca, el desarrollo no sostenible de los litorales y la disminución de la calidad del agua.
Una catástrofe
Según el informe, la pérdida irreversible de los arrecifes de coral sería algo catastrófico.
A pesar de que los arrecifes de coral cubren solo el 0,2% del lecho oceánico, son el hogar de al menos una cuarta parte de todas las especies marinas y proporcionan un hábitat crítico y una fuente fundamental de proteína y de componentes utilizados en la fabricación de medicamentos que pueden salvar vidas.
Se estima que cientos de millones de personas en todo el mundo dependen de ellos como fuentes de alimento y de empleo o como elementos de protección frente a las tormentas y la erosión.
Sin embargo, el informe también revela que muchos de los arrecifes de coral del mundo se mantienen resilientes y pueden recuperarse si las condiciones lo permiten, ofreciendo esperanza en lo referente a la salud a largo plazo de los arrecifes de coral si se toman de inmediato las medidas necesarias para estabilizar las emisiones y poner freno al calentamiento de las aguas en el futuro.