El riesgo de los informantes de la CIA
WASHINGTON — El mes pasado, los principales funcionarios de contrainteligencia estadounidenses advirtieron a todas las estaciones y bases de la CIA, a nivel mundial, sobre el número preocupante de informantes reclutados de otros países para espiar para Estados Unidos, que son capturados o asesinados, dijeron personas familiarizadas con el asunto.
El mensaje, en un cable de alto secreto inusual, decía que el centro de misión de contrainteligencia de la CIA había examinado docenas de casos en los últimos años, que involucraban a informantes extranjeros que habían sido asesinados, arrestados o estaban probablemente en riesgo. Aunque breve, el cable exponía el número específico de agentes ejecutados por agencias de inteligencia rivales —un detalle celosamente guardado que los funcionarios de contrainteligencia, por lo general, no comparten en tales cables.
El cable destacó la lucha que libra la agencia de espionaje, mientras trabaja para reclutar espías en todo el mundo en entornos operativos difíciles. Servicios de inteligencia adversarios en países como Rusia, China, Irán y Pakistán han estado buscando las fuentes de la CIA y convirtiendo a algunas en dobles agentes. El cable planteó problemas que han plagado a la agencia en los último años, incluyendo técnicas deficientes, la confianza excesiva en las fuentes, subestimar las agencias de inteligencia extranjeras; y actuar con demasiada rapidez para reclutar a informantes, sin prestar suficiente atención a los posibles riesgos de contrainteligencia, un problema que el cable llamaba a colocar “la misión por encima de la seguridad”.
La gran cantidad de informantes en riesgo, en los últimos años, también demostró la creciente destreza de otros países, en el uso de innovaciones como escaneos biométricos, reconocimiento facial, inteligencia artificial y herramientas de hackeo para rastrear los movimientos de oficiales de la CIA con el fin de descubrir sus fuentes.
Aunque la CIA tiene muchas formas de recopilar inteligencia para que sus analistas la conviertan en sesiones informativas para los legisladores, las redes de informantes humanos confiables en todo el mundo siguen siendo la pieza central de sus esfuerzos, y se supone que la CIA es la mejor del mundo en recopilar y analizar ese tipo de inteligencia.
Varios ex funcionarios afirmaron que reclutar nuevos informantes es la forma en que los oficiales de casos de la CIA —sus espías de primera línea— consiguen ascensos. Los oficiales de casos no suelen ser promovidos por realizar buenas operaciones de contrainteligencia, como averiguar si un informante en realidad trabaja para otro país.
La agencia ha dedicado gran parte de su atención durante los últimos 20 años a las amenazas terroristas y los conflictos en Afganistán, Irak y Siria, pero mejorar la recopilación de inteligencia sobre las potencias adversarias, tanto grandes como pequeñas, es una vez más una pieza central de la agenda de la
CIA, particularmente cuando los creadores de políticas exigen más información sobre China y Rusia. La pérdida de informantes, según ex funcionarios, no es un problema nuevo. Pero el cable demostró que el tema es más urgente de lo que se entiende públicamente.
La advertencia, afirman quienes la han leído, estaba dirigida principalmente a los oficiales de la agencia de primera línea, las personas involucradas más directamente en el reclutamiento e investigación de las fuentes. El cable recordó a los oficiales de casos de la CIA que se enfoquen, no solo en reclutar fuentes, sino también en cuestiones de seguridad, incluida la investigación de antecedentes de los informantes y eludir los servicios de inteligencia antagonistas.
Una de las razones del cable, según personas familiarizadas con el documento, fue incitar a los oficiales de casos de la CIA a pensar en los pasos que pueden tomar por sí mismos para hacer un mejor trabajo en la gestión de informantes.
Los ex funcionarios dijeron que debe haber más enfoque en la seguridad y la contrainteligencia, en especial cuando se trata de reclutar informantes. “A veces hay cosas más allá de nuestro control, pero también hay ocasiones de descuido y negligencia, y nunca se responsabiliza a las personas en los puestos superiores”, dijo Douglas London, un ex agente secreto de la CIA.
Algunos ex funcionarios creen que las habilidades de la agencia para frustrar los servicios de inteligencia adversarios se han oxidado, tras décadas de concentrarse en amenazas terroristas y confiar en comunicaciones encubiertas riesgosas. Desarrollar, capacitar y dirigir informantes para que espíen a gobiernos extranjeros difiere del desarrollo de fuentes dentro de las redes terroristas.