Los hoteles que cubren todo están de moda
Después de que a Amanda Stephens, una doctora del norte de Florida, le cancelaron dos cruceros el año pasado, recurrió a la siguiente mejor opción: ocho días en Ambergris Cay, un resort de lujo con todo incluido en una isla privada en Turcas y Caicos, un territorio británico de ultramar. El viaje de la familia en noviembre estuvo lleno de playas de arena blanca, deportes acuáticos, cenas en el lugar, tratamientos de spa de cortesía y juegos y actividades para los niños, de 7 y 11 años.
“Creo que mi búsqueda en Google literalmente fue ‘isla privada’”, bromeó Stephens, de 36 años. “Necesitaba desesperadamente un descanso, pero como médico, también necesitaba que se sintiera seguro, por eso elegimos un hotel todo incluido”.
Un año y medio después de la pandemia, con la variante Delta, altamente contagiosa, que continúa aumentando los contagios, viajar sigue siendo complicado. Las restricciones internacionales cambian cada semana, para muchos viajar en crucero sigue siendo tenso y el espíritu de “vivir como un lugareño” —que dominó el marketing de viajes durante la última década— no atrae ahora de la misma manera, por ejemplo, en un autobús abarrotado en un ciudad lejana. Es por eso que muchos viajeros están recurriendo a complejos turísticos todo incluido, que ofrecen restaurantes en las instalaciones, diversiones al aire libre y, en muchos casos, pruebas in situ para detectar el coronavirus.
Ambergris Cay es solo una de las 1.500 propiedades todo incluido en el mundo, según las cifras de julio de STR, una compañía de análisis y datos de la industria hotelera. Y el término significa que en el precio de la habitación se incluye amenidades que, de lo contrario, podrían costar más, por ejemplo, comidas, actividades y tasas de servicios.
Las reservaciones de septiembre y octubre en Sandals Resorts, que tiene 15 hoteles todo incluido en el Caribe, aumentaron 151 por ciento en comparación con las reservaciones de 2019. Club Med, una marca pionera en el servicio todo incluido, con 70 resorts en todo el mundo, registró ventas récord este año, con varias semanas de este verano, mostrando un crecimiento de dos dígitos en las reservas, con respecto a 2019.
Citando los requisitos de vacunación y las pruebas previas al crucero, Bianca Rios, propietaria de Ahoy Vacations, una agencia de viajes familiares con sede en Ranson, Virginia Occidental, indicó que los resorts todo incluido son algo así como un antídoto contra algunos de los “calvarios” por el virus, que ahora enfrentan los amantes de los cruceros.
“Si bien a algunas personas todavía les encanta viajar en crucero y opinan que los cambios valen la pena, otras no quieren que sus recuerdos giren en torno a las normas del covid”, comentó. “Los resorts todo incluido ofrecen una experiencia similar en tierra y son un cambio natural”.
Sirenian Bay Resort & Villas, en Placencia, Belice, cambió de enfoque y reabrió como un todo incluido el otoño pasado, cuando el país levantó las restricciones al turismo internacional.
Sirenian Bay también tiene otra amenidad distintiva de 2021: pruebas de coronavirus en el lugar. Debido a que cualquier persona que viaje a Estados Unidos debe presentar una prueba negativa del virus, innumerables resorts en todo el mundo, incluido Ambergris Cay, han empezado a ofrecer el servicio.
Antes de la pandemia, Moon Kim, de 39 años, y Riccardo Ravasini, de 40, pasaron su luna de miel en Argentina y Brasil.
En julio, la pareja, que vive en Nueva York, llevó a sus dos hijos, de 2 y 4 años, a dos resorts en Italia: Park Hotel Casimiro, en el lago de Garda, y el Hotel Aurora, cerca de Venecia, y compró un paquete todo incluido en cada uno. Rápidamente se adaptaron al modo de relajación, comenzando sus días con sesiones de yoga o nadando y concluyéndolos con una cena familiar.
“Tuvimos lo mejor de ambos mundos: un nivel de comodidad y familiaridad, y algo que se sentía totalmente diferente, donde realmente pudimos recargar las pilas”, expresó Kim.
Comidas, recreación y pruebas del virus en un solo lugar.