La Amazonia absorbe mercurio tóxico
El bosque primario protegido en la Amazonia en el sureste de Perú parece prístino: árboles antiguos con troncos masivos crecen junto a otros jóvenes y esbeltos, formando un espeso dosel.
Pero un nuevo análisis de las hojas del bosque y las plumas de las aves cuenta una historia diferente: el dosel está absorbiendo niveles alarmantes de mercurio tóxico.
El mercurio es liberado al aire por mineros que buscan oro a lo largo de las riberas de ríos cercanos. Utilizan el mercurio para separar el oro del sedimento circundante y luego lo queman. Portadas por el viento, las partículas se pegan a las hojas y la lluvia las arrastra al suelo del bosque. Otras son absorbidas al tejido de las hojas. A partir de ahí, el mercurio parece haber pasado por la red alimenticia a las aves cantoras, que han mostrado niveles de mercurio de dos a 12 veces más altos que en áreas más alejadas de la actividad minera.
“Los patrones eran mucho más devastadores de lo que esperábamos encontrar”, dijo Jacqueline Gerson, biogeoquímica en la Universidad de California, en Berkeley, quien dirigió la investigación como estudiante de doctorado en la Universidad de Duke, en Carolina del Norte. El estudio fue publicado en la revista
Los científicos tienen mucho tiempo de saber que el mercurio, también liberado al aire por la quema de carbón, es una neurotoxina peligrosa. En los ecosistemas acuáticos, fácilmente puede convertirse en una forma muy venenosa llamada metilmercurio. Cuando los peces grandes se comen a los pequeños, el mercurio se acumula en la red alimentaria. Por esa razón, los médicos aconsejan a las mujeres embarazadas evitar comer peces grandes como tiburón o pez espada.
En la región de Madre de Dios en Perú, el Gobierno declaró una emergencia sanitaria en 2016 cuando 40 por ciento de las personas analizadas en 97 aldeas presentaron niveles peligrosamente altos de mercurio en sus sistemas.
“Se ha asumido que las personas fueron expuestas por comer pescado”, dijo Gerson. “Ese puede no ser el caso”.
El tipo de minería de oro que ocurre en la región de Madre de Dios, llamada minería artesanal, ocurre en alrededor de 70 países, a menudo de manera ilegal, y es la mayor fuente de contaminación por mercurio en el mundo. También representa alrededor del 20 por ciento de la producción global de oro.
Julio Cusurichi Palacios, presidente de la Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes, un grupo formado por comunidades indígenas, dijo que el Gobierno debe combatir la minería ilegal aplicando la ley, pero también fomentando los medios de vida alternativos para la gente local. Cosechan pescado, nuez de Brasil, yuca y maíz, dijo, pero necesitan ayuda “para mejorar y vender sus productos, para que no piensen ‘mejor me meto a la minería’”.
Gerson y su equipo recolectaron tierra, hojas y restos forestales en tres sitios cercanos y dos alejados de la actividad minera. El sitio cerca de la actividad minera tenía 15 veces más mercurio que los claros cercanos.
Impactada por las cifras, Gerson buscó en la literatura científica casos de bosques con niveles similares. El único que encontró fue en un área industrial en Guizhou, China, contaminado por la extracción de mercurio y la quema de carbón. Algunos niveles en el bosque primario en la Amazonia eran aún más altos.
Al capturar el mercurio, los bosques ayudan a mantenerlo fuera de los sistemas acuáticos, dijo Emily Bernhardt, profesora de biogeoquímica en la Universidad de Duke y coautora del estudio.
Pero el envenenamiento por mercurio puede provocar que las aves pongan menos huevos y que éstos tengan menos probabilidades de eclosionar.
A finales de 2020, el coronavirus acechó silenciosamente a los venados cola blanca de Iowa. El virus infectó a machos grandes y a cervatillos de patas larguiruchas. Se infiltró en una reserva de caza y apareció en venados en libertad.
Cuando los científicos analizaron fragmentos congelados de tejido de ganglios linfáticos —extraídos de venados víctimas de cazadores o autos— hallaron que más del 60 por ciento de los venados muestreados en diciembre de 2020 estaban infectados.
“Fue impactante”, dijo Vivek Kapur, microbiólogo y experto en enfermedades infecciosas de la Universidad Estatal de Pennsylvania, quien dirigió la investigación.
Kapur y su equipo analizaronmuestras de más de cuatro mil venados de Iowa. “Es una locura. Parece que está en todas partes”.
Desde el inicio de la pandemia, los expertos sabían que un virus que emergía de los animales, como los científicos creen que lo hizo el SARS-CoV-2, podría propagarse de vuelta a los animales. Después de que el virus se propagó por granjas de visones en Europa y Norteamérica, muchos animales fueron sacrificados. Pero los venados cola blanca, que pueden deambular por los patios traseros, también se infectan fácilmente.
Las infecciones en los venados en libertad, que muestran pocos síntomas de la enfermedad, son difíciles de contener. Alrededor de 30 millones de venados cola blanca deambulan por Estados Unidos.
Si el venado cola blanca se convierte en una reserva del virus, el patógeno podría mutar y propagarse a otros animales o volver a los humanos. La adaptación en los animales es una vía por la que es probable que surjan nuevas variantes.
“Ésta es una de las principales preocupaciones en este momento”, dijo Casey Barton Behravesh, director de One Health Office —que se enfoca en los vínculos entre la salud humana, animal y ambiental— en los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU.
El coronavirus entra a las células humanas al adherirse a los receptores ACE2. Muchos mamíferos tienen versiones similares de estos receptores.
Al principio de la pandemia, los científicos analizaron las secuencias genéticas de los receptores ACE2 en cientos de especies para predecir qué animales podrían estar en riesgo. Los venados ocuparon un lugar destacado en la lista, y experimentos de laboratorio confirmaron más tarde que estos animales podían infectarse con el virus.
El Departamento de Agricultura de EE. UU. comenzó a buscar anticuerpos del coronavirus en muestras de sangre de venados en Illinois, Michigan, Nueva York y Pensilvania. En julio, la agencia reportó que el 40 por ciento de los animales tenía anticuerpos, lo que sugiere que habían sido infectados por el virus.
Algunos meses después, el equipo de Kapur informó que las infecciones activas por coronavirus eran comunes en venados de Iowa, y otro grupo anunció que más de un tercio de los venados de los que habían tomado muestras en el noreste de Ohio estaban infectados. El análisis genómico sugirió que los humanos habían pasado el virus a los venados múltiples veces.
En Canadá, empiezan a llegar reportes de venados infectados en Ontario, Quebec y Saskatchewan.
Los venados infectados, que eliminan el virus en las secreciones nasales y las heces, pueden propagar fácilmente el virus a otros, dijo Diego Diel, virólogo de la Universidad Cornell, en Ithaca, Nueva York.
Muchos expertos dijeron que esperaban que el virus se estableciera en los venados y circulara indefinidamente. Pero si las tasas de casos humanos cayeran de manera sustancial, podría desaparecer de las poblaciones de venados. Además, si suficientes venados desarrollan anticuerpos, la inmunidad de rebaño podría reprimir la propagación. Pero los científicos
El bosque acumula veneno usado para extraer el oro.
Es difícil contener infecciones en animales salvajes.
saben poco sobre la inmunidad de los venados.
“¿Protege la exposición a una variante a la población de venados de variantes posteriores?”, preguntó Arinjay Banerjee, virólogo en la Universidad de Saskatchewan.
Si el virus se establece en los venados, es probable que evolucione de manera que lo ayude a prosperar en sus nuevos portadores. Una versión del virus optimizada en venados no necesariamente sería más peligrosa para las personas; el virus podría adaptarse en formas que hicieran que los humanos sean portadores menos hospitalarios.
Pero el virus podría conservar su capacidad de infectar fácilmente a los humanos mientras adquiere más mutaciones, incluyendo las que podrían permitirle evadir nuestras defensas inmunológicas existentes.
“Incluso si se logra que la población humana sea inmune y esté completamente vacunada, si aún persiste una reserva en los animales, eso puede permitir que el virus siga evolucionando”, dijo Linda Saif, viróloga e inmunóloga en la Universidad Estatal de Ohio.
En el futuro previsible, es mucho más probable que los humanos se contagien del virus entre sí que de cualquier ser con pezuñas, coincidieron los expertos.