Cereales, pescados y frutas, opciones en una economía de guerra
Seguridad alimentaria. La FAO sugiere consumir alimentos sanos, producidos localmente a menor costo, en huertos escolares y familiares.
La ventaja de comer saludable y económico para una familia de escasos recursos no tiene precio, además de que sirve de ayuda para la reducción del gasto público en salud con la incidencia de diabetes, obesidad y enfermedades cardiovasculares.
En República Dominicana existe la forma de consumir alimentos sanos producidos localmente ya sea en huertos en los patios o en las escuelas y de esa manera obtener opciones y liberarse de la crisis alimentaria que afecta a muchos países del mundo. Para hacer frente a una situación alimenticia poco sana, que sustituya productos que dan energía como las grasas, azúcares y cereales, existen combinaciones con cereales, con legumbres y frutas, el cambio de pescados por tilapias de estanques o sardinas que pueden aportar las proteínas que garantizan las carnes.
La inseguridad alimentaria se presenta en casos donde una familia solo alcanza para consumir una o dos comidas al día y, peor aun cuando lo que consume solo aporta energía y no las proteínas y vitaminas que necesita para estar sana. Una comida ultrasatambién turada y muy calórica solo trae obesidad, hipertensión y enfermedades afirma el representante residente de la FAO en el país, Rodrigo Castañeda, quien junto a Mariela Ortega, especialista en seguridad nutricional alimentaria del organismo de Naciones Unidas detallaron parte de los trabajos y talleres con chefs para enseñar a las familias rurales a preparar dietas saludables. República Dominicana produce alimentos que contienen proteínas, nutrientes importantes para el crecimiento y desarrollo del cuerpo y que deben estar presentes en una dieta saludable y nutritiva, dijo Castañeda.
Productos
El país produce y puede aumentar la producción de alimentos ricos en proteínas (origen vegetal) como las leguminosas: Habichuelas de todo tipo, arvejas, lentejas; por ejemplo, la combinación de arroz y habichuelas ofrece una proteica de alto valor biológico (alto aprovechamiento del organismo). Otro alimento rico en proteínas (de origen animal) son los lácteos y los huevos. Castañeda destacó que estos alimentos se contemplan en los programas sociales del Gobierno (Comedores Económicos, Alimentación Escolar) y se venden a bajos costos en INESPRE y en los mercados nacionales para dar solución a la Seguridad Alimentaria y Nutricional del país.
Además de los alimentos ricos en proteínas (animal o vegetal), el plato debe contener una combinación que ofrezca todos los nutrientes necesarios para las funciones esenciales del organismo, como carbohidratos (cereales integrales, víveres, frutas, verduras y hortalizas), pues proveen energía de forma inmediata, y contienen nutrientes esenciales para la salud (vitaminas y minerales).También sugiere pensar en alimentos ricos en grasas, especialmente grasas vegetales (aceites, nueces y otros granos) y en menor proporción en grasas de origen animal. La alimentación puede ser diversa. El país cuenta con variedades de alimentos para consumir. En el caso de las frutas y verduras su consumo debe ser diariamente (3 a 5 porciones), sin embargo, hay otros alimentos como las proteínas de origen animal que no es necesario consumirlas diariamente, y se pueden hacer combinaciones entre algunos alimentos, como las leguminosas y el arroz, y tomar en cuenta también las porciones de lo que se come para evitar excesos en la dieta, y en el desperdicio de comida, que al final afecta la economía familiar.
Castañeda cree importante iniciativas que promuevan una dieta más nutritiva y un estilo de vida saludable y que estas se conviertan en políticas públicas para la reducción de la malnutrición y las enfermedades crónicas no transmisibles, provocadas por una dieta alta en alimentos ultra procesados (ricos en azucares simples, grasas saturadas, grasas trans y sodio). Además de dar mayor prioridad a la agricultura a pequeña escala como respuesta humanitaria de primera línea a fin de superar las limitaciones de acceso y como solución para invertir las tendencias negativas a largo plazo. “Desde la FAO hemos venido apoyando, de manera articulada, al Gobierno y a más de 30 municipalidades de la región Suroeste, en la implementación de la Ley 589-16 SSAN, de Seguridad Alimentaria y Nutricional y la sensibilización de la población más vulnerable en como diversificar su dieta con el apoyo de expertos culinarios, creando menús saludables y nutritivos con alimentos de producción local”, dijo Castañeda.