MÁS QUE UN SUEÑO, UNA REALIDAD
Muchos desean emprender para cumplir un deseo, y en la mayoría de los casos ejecutan esa propuesta de negocio con la esperanza de que en poco tiempo y siendo su propio jefe, obtendrán los beneficios que andan buscando, sin tomar en cuenta que esto no se logra de la noche a la mañana.
La mejor forma de hablar sobre el proceso o el camino hacia un emprendimiento exitoso es desde el punto de vista de un emprendedor que inició desde cero y ha logrado establecerse en el mercado.
Stephanys Yissel Matías Domínguez, gerente general de Sweet & Curly S.R.L (@sweetandcurlyrd), empresa que fundó en San Cristóbal, junto a su esposo Emil Arias, cuenta su experiencia.
Stephanys asegura que Sweet & Curly no fue su primera idea de negocio, dado que desde pequeña intentó emprender en muchas áreas hasta que decidió dejarse el cabello natural sin tener la posibilidad de comprar productos para cuidarlo, por lo que empezó a capacitarse en la fabricación de productos capilares.
Fabricó una crema para definir rizos la cual era exclusivamente de su uso, pero sus allegados empezaron a preguntarle cómo mantenía su cabello “tan lindo”, lo que la motivó a venderla.
A pesar de que tenía claro lo que quería comercializar y que tenía conocimiento del área, no tenía un ahorro para materializar su idea, por lo que tanto ella como su esposo, quienes en ese momento eran empleados, decidieron destinar una parte de sus sueldos para invertirlo en este proyecto.
Cabe destacar, que originalmente no era mucho el dinero que podían destinar para invertir, sin embargo, gracias a la buena administración de su poco capital lograron hacerlo crecer, lo que evidencia que para empezar a emprender no necesariamente se debe tener un presupuesto gigantesco, basta con tener bien definida la idea de negocio, capacitarse en el área, organizarse en base a la cantidad de dinero que puede invertir y tener suficiente disciplina para no rendirse en medio del proceso.
Un nombre a tu idea
En los negocios, el nombre es pieza clave para vender la idea que se pretende desarrollar.
Stephanys plantea que en su caso, inició sin tener un nombre registrado para su local, esto por falta de conocimiento en el tema, pero que cuando hizo la solicitud de registro en la Oficina Nacional de la Propiedad Industrial (ONAPI) se lo aprobaron de manera inmediata.
Sin embargo, no en todos los casos ocurre así, por lo que es bueno señalar que para registrar un nombre comercial en Onapi actualmente se debe pagar un impuesto de RD$4,755.00 pesos y se tiene la oportunidad de hacer dos propuestas, primero en la misma página se llena un formulario de solicitud, pero en dado caso de que no lo aprueben porque el nombre ya está siendo usado o por alguna otra razón que la entidad señalaría en un documento que le remitirá al solicitante, se tiene otra oportunidad para proponer otro nombre. Lo más recomendable es ir a una misma oficina de esa entidad gubernamental para asesorarse o apoyarse en alguien que tenga experiencia en este tipo de solicitudes, dado que si nuevamente objetan el nombre se tendrá que volver a pagar el impuesto.
Además, se debe tener presente desde antes de hacer la solicitud que es recomendable proponer un nombre que sea poco usado para tener más probabilidad de que sea aprobado.
Más allá de registrar el nombre o el logo, también es recomendable constituir la empresa, pero esta parte es un poco más compleja por lo que se aconseja buscar ayuda de un profesional.