La marihuana tiene aceptación en Tailandia
El Gobierno militar de Tailandia está llevando a cabo un experimento: ¿Qué sucede cuando un país en Asia, una región donde las leyes sobre drogas tienden a ser férreas, esencialmente legaliza la mariguana de la noche a la mañana?
Desde que se despenalizó la mariguana en junio, mucha gente ha abierto dispensarios de hierba y sus clientes han fumado mucha de esta. La industria de la marihuana de Tailandia ahora tiene un ambiente alegre y despreocupado a nivel de calle. Algunos lugares ofrecen talleres sobre cómo liar churros y preparar “té de hierba”.
“Es bueno porque simplemente puedes salir y comprarlo cuando quieras”, dijo Ak Sudasna, de 50 años, dueño de una empresa de bienes raíces en Bangkok. Él generalmente compra alrededor de 40 gramos de marihuana por mes, a unos US$15 el gramo, en tiendas cerca de su casa.
“Es agradable para los turistas”, agregó. “Es bueno para el país”.
Pero los buenos tiempos podrían no durar. El proyecto de ley expandido, que se espera que llegue ante el Parlamento en las próximas semanas, buscará regular las áreas grises legales en torno al cultivo, la venta y el consumo de la droga. Podría convertirse en ley el próximo año.
Muchos países de la región de Asia Pacífico imponen largas penas de prisión a las personas condenadas por posesión, consumo o tráfico de marihuana. Ese también fue el caso en Tailandia. Pero cuando eliminó la mariguana de su lista de narcóticos en junio, la nación se convirtió en un caso atípico en materia de drogas.
El cambio fue parte de un plan para promover el cultivo de cannabis a pequeña escala, y se han agregado algunas condiciones. Está prohibido fumar mariguana en público. Los productos alimenticios solo pueden contener dosis muy bajas de THC, el componente psicoactivo de la planta. Todas las ventas son técnicamente para fines médicos en lugar de recreativos, aunque los vendedores no requieren una nota del médico.
El cambio de parecer de Tailandia en materia del cannabis ha sido liderado por uno de sus principales partidos políticos, Bhumjaithai. Anutin Charnvirakul, el líder del partido, se convirtió en ministro de Salud en 2019 después de hacer campaña para legalizar el cultivo de marihuana en el país. Desde entonces, el gobierno tailandés ha liberado a miles de presos cumpliendo condenas por delitos relacionados con la marihuana y anunció un plan para regalar un millón de plantas de mariguana a los hogares tailandeses. También ha hablado de hacer del país un destino para los turistas que quieran consumir mariguana con fines medicinales.
La incertidumbre en torno a las regulaciones impregna una industria nacional del cannabis que, según un cálculo, podría tener un valor de US$1.2 mil millones en 2025.
Muchas personas en la industria están postergando grandes decisiones hasta que se apruebe la nueva ley, dijo Rattapon Sanrak, de 35 años, un activista del cannabis. “Los empresarios solo llegan a medias porque les preocupan las incertidumbres”, dijo.