Listin Diario

“101 años de la Primera Pelicula Dominicana”

- SRIENZI PARED PÉREZ Santo

Edel arte l cine como exDomingop­resión nace en Paris, Francia, un 28 de diciembre del 1895. Fue inventado por los Hermanos Lumiere a través de una serie de eventos anteriores que les sirvieron de base para el desarrollo de un artefacto que denominaro­n “Cinematógr­afo”.

Dichos eventos parten desde la sombra chinesca diseñada por los chinos en el siglo IV, pasando por la “Linterna Mágica” en el siglo XVII y el punto culminante la invención de la “Fotografía” en el 1840 donde el ser humano atrapa una imagen fija a través del lente de Louis Daguerre. Sin embargo, es en 1891 con la creación del Kinetoscop­io, cuando los Hermanos Lumiere perfeccion­an dicho descubrimi­ento para llevarlo a las grandes masas y así surge el “Cine” a finales del siglo XIX para deleite de los espectador­es.

A raíz de este descubrimi­ento, cada ciudad del viejo continente, deseaba obtener un “cinematógr­afo” para llevar imágenes en movimiento a las gentes; por lo que se destapó una fiebre colectiva de manera instantáne­a de rodar escenas de la vida cotidiana para luego mostrarse en público.

Como había expresado en la antigüedad el escritor Publio Terencio de que “nada humano me es ajeno” es así, como nuestro país vive la emoción de este aparato con la llegada del siglo XX tal y como lo expresa el crítico de cine Félix Manuel Lora en su reciente libro “El discurso temático en la producción fílmica dominicana” :

“La llegada del cine a la República Dominicana se debe de estudiar a través de dos importante­s acontecimi­entos. El primero, producido en la noche del 27 de agosto del 1900, en la que el Teatro Curiel de la ciudad de Puerto Plata se convierte en testigo de la primera exhibición del cinematógr­afo de Lumiere. Es la entrada del cine como espectácul­o, el cual produce un impacto importante en el país que posteriorm­ente marca una referencia trascenden­tal dentro de las distintas etapas del desarrollo económico, social y político. El segundo puede observarse junio del 1915 cuando el patriota puertorriq­ueño José de Diego llega al puerto de Santo Domingo junto al fotógrafo Rafael Colorado, quien tiene la misión de filmar un documental de su visita, la que se produce del 18 al 27 de junio de ese año”.

La República Dominicana conoció y vivió en primera mano, este denominado artefacto que revolucion­ó el concepto de las imágenes para a través de ella, narrar historia ya sea inéditas o de la literatura como se vería más adelante.

Lo importante a destacar es que nuestro país fue de los primeros en conocer esta magia de la invención del ser humano. Esto permitió que un dominicano de oficio en la fotografía, de nombre Francisco Palau, tuviera el gusanillo de explorar y de plasmar a través de dichas imágenes un acontecimi­ento religioso para exaltar la figura de nuestra Virgen de la Altagracia.

Es por ello, que junto con los fotógrafos Fernando Báez y Juan B. Alfonseca realizan lo que llegaría a ser la “Primera película dominicana de la historia” titulada: “La leyenda de Nuestra Señora de la Altagracia” realizada en el año del 1922.

Aunque no quedan rastros o fragmentos de dicho filme, sin embargo, el sacerdote e historiado­r José Luis Sáez en su libro “Historia de un sueño importado” hace referencia de la misma, a través de un anuncio público para la exhibición en el antiguo Teatro Colón el cual duraba unos veinte minutos para el deleite y asombro del pueblo dominicano de ese momento.

Francisco Palau y Fernando Báez siguieron experiment­ando en este llamado séptimo arte, y es así, que realizan una película de corte de drama y comedia tien tulada “La emboscada de Cúpido” en el 1924. contada en cinco actos, Su historia relata que para tratar de consumar su relación con su amada, ante la negativa del padre de ella, el novio urde una trama para qser aceptado como futuro esposo de la dama en cuestión.

El comienzo de la dictadura de Trujillo donde da paso a una serie de eventos políticos y sociales represivos, y lo que pudo haberse iniciado como parte de esa expresión artística en la década de los años veinte sobre el séptimo arte, la misma quedó truncada por el régimen durante toda la tiranía.

Hoy precisamen­te, “día dedicado a la Virgen de la Altagracia” se cumplen 101 años de la exhibición por vez primera de una película de producción dominicana con el documental antes descrito, como semilla de un arte que quedó truncado para renacer décadas posteriore­s.

Honor a los pioneros de un arte incipiente desde el sueño de un hombre que hace 100 años quiso plasmar en imágenes sus ideas como lo fue Francisco Palau y Fernando Báez a través de nuestro primer filme “La leyenda de nuestra señora de la Altagracia” con lo que queda de nosotros emular el camino que nos conducirá a exportar nuestro verdadero cine para que nos identifiqu­e como identidad cultural.

 ?? ??
 ?? ??
 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Dominican Republic