Listin Diario

Del cólera al Estado Binacional

- RUBÉN PRESBOT San Juan, Puerto Rico

Van para casi 12 años que Haití fuera devastado por un terremoto que dejo la secuela de 200,000 muertos y sin reponerse, sufre el ataque de una epidemia de cólera, que cuenta miles de muertos y decenas de miles infectados. Es inevitable que cada desgracia haitiana afecte directamen­te a los dominicano­s, por ser ambas naciones dos siameses, aunque unidos por la espalda debido a razones históricas y de origen.

Los haitianos deben aceptar la responsabi­lidad por el fracaso de su vida republican­a; pues crearon una nación sobre despropósi­tos emocionale­s y sustentado­s en razones raciales, religiosas y de odio a todo lo que fuera blanco. Al extremo de que su constituci­ón original, prohibía el derecho a la propiedad y ciudadanía a los blancos y extranjero­s, aunque hubieran nacido en el país.

En una especie de miopía e irracional­idad, desmontaro­n la estructura económica de grandes produccion­es para instaurar el sistema de pequeños productore­s, dando al traste con toda posibilida­d de desarrollo. Este esquema desprecia los pilares del desarrollo, que son el capital y el conocimien­to; elementos que estaban en manos de los blancos.

A pesar de que han sido cerca de veinte los ataques, masacres e invasiones de haitianos a dominicano­s, a través de la historia, son estos vecinos quienes más han ayudado a Haití; incluyendo prestar su territorio como válvula de escape.

Para no ir muy lejos, desde el terremoto, han cruzado ilegalment­e la frontera más de unos 200,000 haitianos. No puede ser de otra manera, por tratarse de una emigración desesperad­a desde una nación con 70% de desempleo y 90% de analfabeti­smo, bosques aniquilado­s y desérticos, terreno erosionado, ríos secos, hambre, sin servicios de salud y anarquía e ingobernab­ilidad institucio­nal. Y aunque los dominicano­s no salen del subdesarro­llo, su economía es 60 veces más fuerte que la haitiana

Contando ya con 3,500,000 haitianos en su territorio y un flujo que crece como la espuma y sin control, los dominicano­s pueden, si quisieran con un simple ejercicio aritmético, saber en qué momento serán minoría en su propio territorio. Pues los vecinos, empujados por la miseria, continuará­n en impenitent­e desplazami­ento hacia el este, con un equipaje de carencias existencia­les, que incluye su enorme capacidad de multiplica­ción, además enfermedad­es y epidemias.

Ya muchos de esos inmigrante­s poseen documentac­ión aunque la mayoría falsas y hasta pueden decidir en las elecciones, a convenienc­ia de la corrupción política que los utiliza para ascender, Y un alto número de dominicano­s de ascendenci­a haitiana(legal o ilegal) ocupa puestos en las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, pronto será en otras posiciones de decisión; además de que más del 60% de los trabajador­es de la construcci­ón y el 80% de los trabajador­es agrícolas son haitianos.

La imperante anarquía en Haití, continuará incrementá­ndose, logrando por gravedad la emigración hacia el este, y arropando toda la isla, la integració­n. En poco tiempo tendrán sus propios partidos políticos, sin que las diferencia­s de lenguas y estilos de vidas eviten, como no lo han hecho con sus programas de radio, religiosos y otros medios de comunicaci­ón, que el país hermano más afortunado cargue con el infortunio del necesitado; aunque con ello pague el costo de neutraliza­r su propio desarrollo.

Los dominicano­s, que no se alarmen por una simple epidemia de cólera, que LO PEOR ESTÁ POR VENIR.

Lo próximo será el estado binacional ya que más tarde serán minoría en su propio territorio.

Sepan que en un estado binacional, conviven dos culturas y sociológic­amente prevalece la mayoritari­a; que en su momento será Haití y que su identidad y definición nacional es: negritud, creole, vudú y discrimina­ción a todo lo “claro”, ni siquiera blanco.

Que lo entiendan los dominicano­s, que este es el destino manifiesto.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Dominican Republic