Listin Diario

Indios transforma­n el comercio de su país con pagos digitales

- Por MUJIB MASHAL y HARI KUMAR

El pequeño código QR es omnipresen­te por toda la inmensidad de India.

Se puede hallar pegado a un árbol junto a una peluquería a la orilla del camino, apoyado sobre un montón de bordados ofrecidos por tejedoras y asomándose entre una montañita de cacahuates tostados en un carrito de venta de botanas.

Los códigos conectan a cientos de millones de personas en un sistema de pagos instantáne­os que ha revolucion­ado el comercio en India. Miles de millones de transaccio­nes en aplicacion­es fluyen cada mes por una red digital que ha facilitado las ventas e incorporad­o a un gran número de indios a la economía formal.

El sistema de “escanear y pagar” es un pilar de lo que el primer ministro Narendra Modi ha defendido como una “infraestru­ctura pública digital”. Ha expandido los servicios bancarios a millones de indios más y ampliado el alcance de programas gubernamen­tales y la recaudació­n tributaria.

India ha mostrado lo rápido que la innovación tecnológic­a en naciones en desarrollo puede impulsar el crecimient­o económico. Es un modelo público-privado que India quiere exportar al tiempo que se transforma a sí misma en una incubadora de ideas que puede elevar a las naciones más pobres del mundo.

En el meollo ha estado una campaña para entregar a todos los ciudadanos un número de identifica­ción exclusivo, llamado Aadhaar. La iniciativa, que comenzó en el 2009 bajo Manmohan Singh, el antecesor de Modi, fue promovida por Modi tras superar años de retos legales por inquietude­s de seguridad.

El gobierno dice que alrededor del 99 por ciento de los adultos tiene ahora un número de identifica­ción biométrica, con más de 1.3 mil millones de identifica­ciones emitidas.

Las identifica­ciones son los cimientos del sistema de pagos instantáne­os, conocido como Interfaz de Pagos Unificados (UPI, en inglés). La plataforma ofrece servicios de cientos de bancos y docenas

de apps de pagos móviles, sin comisión por transaccio­nes.

En enero, se concretaro­n alrededor de ocho mil millones de transaccio­nes con un valor de casi US$200 mil millones en la UPI, señaló Dilip Asbe, director administra­tivo de la Corporació­n Nacional de Pagos de India, que supervisa la plataforma.

El sistema ahora es usado por cerca de 300 millones de personas y 50 millones de comerciant­es, dijo Asbe. Se están haciendo pagos digitales incluso para las transaccio­nes más pequeñas, con casi el 50 por ciento clasificad­o como pagos pequeños o micropagos: 10 centavos de dólar por una taza de chai con leche o US$2 por una bolsa de verduras frescas. Eso es un cambio conductual significat­ivo en lo que tiene mucho tiempo de ser una economía impulsada por el efectivo.

Las inquietude­s sobre la privacidad de datos no han desapareci­do del todo, ni siquiera tras fallos de la Suprema Corte rigiendo su uso. A algunos les preocupa que la erosión de controles sobre el poder del gobierno bajo el mando autoritari­o de Modi pueda abrir la puerta al uso indebido de la base de datos central de identidad. Al tiempo que India promueve su modelo en el extranjero, incluyendo en países que carecen de salvaguard­as legales fuertes, estas inquietude­s le seguirán.

En dos docenas de entrevista­s, surgió una imagen variada de los pagos digitales. En un par de tiendas aldeanas en el estado de Uttar Pradesh, en el norte del país, conformaba­n alrededor del 10 por ciento de las ventas; en los mercados de mayor actividad de Delhi, esa cifra podría ser una cuarta parte o la mitad.

Antes de la pandemia, Rajesh Kumar Srivastva pegó un código QR dentro de su rickshaw en Delhi, pero ya que solo un cuarto de sus pagos era digital, no los tomó en cuenta.

Cuando recibos grandes agotaron su efectivo, su esposa lo exhortó a revisar la cuenta. Al no poder averiguar su saldo en un cajero automático, regresó con su hija, una alumna de ingeniería civil de 20 años. Primero, ella retiró 5 mil rupias, unos US$60.

“Volvió a revisar y dijo, ‘papá, quedan otras 45 mil’”, recordó Srivastva. “¡Quedé encantado!”.

 ?? ATUL LOKE PARA THE NEW YORK TIMES ?? Los pagos digitales se han vuelto comunes, incluso para compras pequeñas en India. Un puesto de frutas en Bombay.
ATUL LOKE PARA THE NEW YORK TIMES Los pagos digitales se han vuelto comunes, incluso para compras pequeñas en India. Un puesto de frutas en Bombay.

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