Avión Dulus de FARD demuestra capacidad maniobra y vigilancia
En pleno vuelo. Un equipo periodístico del Listín Diario estuvo en un vuelo donde se probó la aeronave ensamblada en República Dominicana.
Desde su máxima altura no se puede percibir el golpe del viento, más las ondas de calor sí dan de frente; solo hay lugar para dos personas, sentadas de forma confortable; y los controles de seguridad antes de subir al aire son tan extensos y variados que podrían resultar cansinos; pero estas, y otras consideraciones, pasan a segundo plano con la experiencia completa que cede un vuelo desde la DULUS TP-75.
La Fuerza Aérea de República Dominicana (FARD) ha emprendido un viaje sin ánimos de retroceso hacia el ensamblaje de sus propios aviones, resguardándose en los objetivos de fortalecer las capacidades de sus técnicos en la materia y entrenar a sus pilotos; la Dulus es capaz de realizar todas las maniobras del entrenamiento militar, además de responder ante misiones de patrullaje, por un costo operativo relativamente bajo.
Es una nave ligera, de planos bajos y alto rendimiento, y justo así se siente su volar. De acuerdo con la experiencia de un equipo del Listín Diario
que tuvo la exclusiva oportunidad de arribar a las alturas en uno de los dos aviones en fases finales de prueba, de diez que se pretende construir, los movimientos resultan tan livianos que a quien no está acostumbrado pueden llegar a marearle. “Todavía no hemos tenido la oportunidad de volar, pero con la sola satisfacción de verlo volar, uno se da por satisfecho. Algo que tú viste crecer desde cero, en lo que tú trabajaste, por lo que te esforzaste, es una satisfacción que no tiene precio”, afirmó Gerson Mercedes, un joven de 22 años que junto a otros tres se capacitó durante cuatro meses en Italia en diferentes áreas.