Iglesia denuncia la corrupción sin castigo, la carestía y la inseguridad ciudadana
Elecciones. Que haya elecciones diáfanas, donde se respete la voluntad popular y se castigue la compra de cédulas.
Por segunda vez este año la Iglesia católica “truena” por la agilización de los procesos penales, al deplorar que en el país se pide la garantía del debido proceso para “delitos de sonoros o de salón” y mano dura para los “callejeros”, y cita la situación de las cárceles, como La Victoria donde un incendio dejó varios reclusos fallecidos. Mientras que es la tercera vez que se refiere a la corrupción en la política, “Ante los políticos corruptos que solo se enriquecen con los bienes del pueblo y cada cuatro años nos venden esperanzas de cambios; los cuales se quedan en promesas”, cita del Sermón de las Siete Palabras, ‘¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?”, pronunciada por Sor Trinidad Ayala.
Se repite el clamor por mejora en la seguridad ciudadana, asistencia para los más pobres, para los enfermos mentales; detener la corrupción y que haya elecciones diáfanas, donde se respete la voluntad popular y se castigue la compra de cédulas, así como la deficiencia de la educación, están entre los puntos comunes de los grandes mensajes que ha emitido la Iglesia católica este 2024.
Como es tradición, la Iglesia expresa sus críticas a los males nacionales y clama por sus soluciones, en la Carta Pastoral por el Día de la Altagracia; en su Mensaje por el Día de la Independencia Nacional y en el Sermón de las Siete
Palabras, simulando las pronunciadas por Jesús en la Cruz del Calvario el Viernes Santo, así como otras fechas memorables.
Carta Pastoral y Sermón de las 7 Palabras
En la Carta Pastoral por motivo del Día de la Virgen de la Altagracia, el 21 de enero; titulado La Oración: “Señor enséñanos a orar como Juan enseñó a sus discípulos”; la Conferencia del Episcopado Dominicano rogó por la familia y por unas elecciones municipales sin traumas, democráticas, donde los ciudadanos pudieran votar por conciencia y no por presión externa o favoritismo.
Los obispos también oraron para que se detenga el dolor y el luto por los feminicidios (hasta ayer se contabilizaron 13 mujeres asesinadas); el narco y el microtráfico, que enluta a tantas familias, los enfrentamientos entre bandas así como las muertes extrajudiciales o por balas perdidas. Volvieron a suplicar el Viernes Santo por las mujeres maltratadas y asesinadas. “Elevemos confiadamente nuestras plegarias para que agilicen los procesos penales de la gran mayoría de los internos preventivos, para que los casos de gran magnitud y envergadura no queden en el mero aspaviento mediático”, expresó.