La gata sobre el tejado de zinc caliente
Obra. Este filme pudo escapar de todo tipo de censura pues su puesta en escena contiene un estilo profesional que sabe poner a buen recaudo sus temas controversiales.
Thomas Lanier Williams fue un destacado dramaturgo norteamericano y muchas de sus obras fueron adaptadas al cine. Sus compañeros de estudio le pusieron por apodo “Tennesse” por su marcado acento sureño. Por ello asumió como nombre artístico Tennesse Williams. Este escritor, mereció varios premios importantes, entre ellos el Pulitzer por su obra de teatro “Un tranvía llamado deseo” en 1948. Otras no menos importantes fueron: “La noche de la Iguana” y “La rosa tatuada”.
“La gata sobre el tejado de zinc caliente” pudo sobrepasar todo tipo de censura ya que su puesta en escena contiene un estilo tan profesional que los censores de la época no se dieron cuenta. En el filme se habla de homosexualismo, alcoholismo y los conflictos familiares.
La trama sigue el desarrollo de la pareja compuesta por Brick (Paul Newman) y Maggie (Elizabeth Taylor). Ambos cónyuges no se encuentran en su mejor momento. Ella desea un hijo, sin embargo, él no y, en resumidas cuentas, se ha convertido en un alcohólico porque su mejor amigo llega a terminar con su vida. Esp rea en él una frustración latente con su entorno y con la vida misma.
Su esposa y parte de la familia están llenas de dudas con relación a Brick porque en el fondo subyace, aunque no quieran admitirlo, la homosexualidad que se respira entre él y su amigo fallecido. Maggie se revolotea como una gata postrada en un zinc caliente sin saber qué hacer ante toda esta situación emocional. Todo este drama combinado con la enfermedad terminal del cabeza de la familia, conllevó a una revolución en la temática de su guion, demostrando las capacidades histriónicas de los actores para darnos un banquete de puro dramatismo, fascinando a los cinéfilos desde la década de su estreno hasta el día de hoy.
La maestría del director combina cada gesto de cada uno de los actores con su guion, y una fotografía en la cual se destacan unos planos principales para realzar el dramatismo. Todo esto hace que dicha obra culmine de manera majestuosa y, a pesar de los años, puede mantener su equilibrio argumental para poder soportar el devenir del tiempo, lo que conlleva a definirse dentro de los nuevos clásicos.
Fue un cineasta estadounidense que se hizo famoso en la década de los años cincuenta y sesenta por sus grandes obras.
Para interpretar el papel de Maggie fueron candidatas actrices como Lana Turner, la ya mencionada Vivien Leigh, Grace Kelly o Susan Hayward. Curiosamente, esta última actriz es quien le ganó el Oscar a la mejor actriz principal a la Taylor aquel año, por la película “Quiero vivir”..
Para el papel de Brick también hubo varios candidatos, como el actor Ben Gazzara, que rechazó hacerlo en cine, y Elvis Presley que también lo rechazó.