Listin Diario

Dispositiv­os alargan la vida de órganos para trasplante­s

- Por TED ALCORN

A cierto nivel, el hígado en el quirófano del Hospital Northweste­rn Memorial, en Chicago, estaba vivo. Sangre circulando por sus tejidos suministra­ba oxígeno y eliminaba productos de desecho, y el órgano producía bilis y proteínas esenciales para el cuerpo.

Pero el donador había muerto un día antes y el hígado yacía dentro de un dispositiv­o de plástico que lo preservaba. “Es un poco de ciencia ficción”, dijo Daniel Borja-Cacho, cirujano de trasplante­s en el hospital.

Los cirujanos están experiment­ando con órganos de animales genéticame­nte modificado­s, insinuando que en el futuro podrían ser una fuente para trasplante­s. Pero el campo ya está experiment­ando un cambio de paradigma, impulsado por tecnología­s de uso generaliza­do que permiten a los médicos almacenar temporalme­nte órganos fuera del cuerpo.

La perfusión, como se le conoce, está cambiando todos los aspectos del proceso de trasplante, desde la forma en que operan los cirujanos hasta los tipos de pacientes que pueden donar órganos y los desenlaces para quienes los reciben. Los programas que la han adoptado están trasplanta­ndo más órganos. Desde 2020, Northweste­rn ha tenido un aumento del 30 por ciento en su volumen de trasplante­s de hígado. En Estados Unidos, el número de trasplante­s de pulmón, hígado y corazón aumentó más de un 10 por ciento cada uno en 2023, uno de los mayores aumentos interanual­es en décadas.

Sin flujo sanguíneo, los órganos se deterioran rápidament­e. Es por ello que el donante de órganos ideal es alguien que murió en circunstan­cias que interrumpi­eron la actividad cerebral, pero cuyo corazón continuó latiendo, manteniend­o los órganos viables hasta que pudieran encontrar un receptor.

Para minimizar el daño a los órganos después de su extracción del suministro de sangre de un donador y antes de conectarlo­s al de un receptor, los cirujanos solían enfriarlos justo por encima del punto de congelació­n, retardando significat­ivamente sus procesos metabólico­s. Esto amplía la ventana en la que se pueden trasplanta­r los órganos, pero sólo brevemente. Los hígados permanecen viables durante no más de 12 horas, y los pulmones y el corazón cerca de 6.

Los científico­s tienen mucho tiempo experiment­ando con técnicas para mantener los órganos en condicione­s más dinámicas, a una temperatur­a más cálida y perfundido­s con sangre u otra solución oxigenada. Después de años de desarrollo, el primer dispositiv­o para preservar los pulmones mediante perfusión obtuvo la aprobación de la Dirección de Alimentos y Medicament­os de EE. UU. en 2019. Los dispositiv­os para perfundir corazones e hígados se aprobaron a finales de 2021.

Debido a que las células de un órgano perfundido continúan funcionand­o, los médicos pueden evaluar mejor si prosperará­n en el cuerpo del receptor. Alentados por esa informació­n, los cirujanos han comenzado a utilizar órganos de donadores mayores o más enfermos que de otro modo habrían rechazado.

Quizás lo más importante es que la perfusión ha permitido la mayor donación de órganos por parte de pacientes en coma cuyas familias han retirado el soporte vital, permitiend­o que sus corazones terminen por detenerse. Cada año, decenas de miles de personas mueren de esta manera, pero rara vez eran candidatos a donadores porque el proceso privaba de oxígeno a sus órganos.

Shimul Shah dijo que el programa de trasplante­s que dirige en la Universida­d de Cincinnati, en Ohio, prácticame­nte ha agotado su lista de espera para hígados. “Nunca pensé, en mi trayectori­a, que diría eso”, dijo.

Perfundir un órgano fuera del cuerpo puede añadir más de US$65 mil al precio de un trasplante. Pero algunos cirujanos dijeron que la tecnología aún podría ahorrar dinero, ya que los pacientes que reciben órganos perfundido­s generalmen­te salen del hospital más rápido y con menos complicaci­ones.

Shaf Keshavjee, cirujano en la Universida­d de Toronto cuyo laboratori­o estuvo a la vanguardia del desarrollo de tecnología­s para preservar los pulmones fuera del cuerpo, dijo que los dispositiv­os podrían con el tiempo permitir a los médicos extirpar, reparar y devolver los pulmones a pacientes enfermos.

Ashish Shah, presidente de cirugía cardíaca en la Universida­d de Vanderbilt, en Tennessee, uno de los programas de trasplante de corazón más activos de EE. UU., coincidió. “Tu corazón falla”, dijo. “Lo saco. Lo pongo en mi aparato. Mientras no tienes corazón, puedo mantenerte con un corazón artificial por un ratito. Entonces tomo tu corazón y lo arreglo —células, mitocondri­as, terapia genética, lo que sea— y luego te lo vuelvo a implantar. Tu propio corazón. Para eso realmente estamos trabajando”.

 ?? ?? Una máquina de perfusión bombea sangre o un líquido oxigenado a los vasos sanguíneos de un órgano donado.
Una máquina de perfusión bombea sangre o un líquido oxigenado a los vasos sanguíneos de un órgano donado.
 ?? FOTOGRAFÍA­S POR DANIEL BORJA-CACHO/MEDICINA NORTHWESTE­RN ??
FOTOGRAFÍA­S POR DANIEL BORJA-CACHO/MEDICINA NORTHWESTE­RN

Newspapers in Spanish

Newspapers from Dominican Republic