¿Desnuda con extraños? Un gran sí en el espá
¿Alguna vez había visto tanta piel desnuda en una habitación? Desnuda en un sauna austriaco mixto, estaba sentada frente a otras dos docenas de personas desnudas en bancas de madera. Incluso después de más de un año de vivir en Europa, como estadounidense todavía me sentía un poco incómoda sentada allí.
El maestro del sauna entró para calentar las cosas. Con sólo una toalla envuelta alrededor de la cadera, llevaba un carrito con bolas de hielo triturado con infusión de aceites esenciales como pimienta negra, lima y eucalipto. Después de decirnos que saliéramos de inmediato si nos sentíamos mareados, colocó una de las bolas de hielo en una bandeja con brasas y empezó a chisporrotear. El olor me recordó el de una vela aromática cara: un poquito dulce, un poquito picante. Él tenía un objetivo singular: calentarnos mucho, mucho, como parte de un ritual de sauna llamado que en alemán significa “infusión”. Mientras miraba, hipnotizada, comencé a olvidar mi incomodidad —e incluso que estaba desnuda.
En Austria y Alemania abundan los espás llamados thermen (termas) —complejos turísticos con piscinas, saunas, lagos, restaurantes, bares y áreas de tratamiento. Tienen un manantial mineral cálido y una sección donde se requiere desnudez. Si entras vestida en traje de baño recibirás miradas desaprobatorias y quizás hasta reprimendas. Yo había viajado a St. Martins Therme & Lodge en Frauenkirchen, un pueblito a una hora al sureste de Viena. St. Martins está ubicado junto a un lago sereno y poco profundo donde los huéspedes pueden nadar en verano o darse un chapuzón frío en invierno. En el centro del espá hay un atrio con una piscina que tiene áreas interiores y exteriores conectadas a través de un túnel, ventanales que dan al lago y varios niveles de balcones con hileras de camastros.
El complejo cuenta con cinco saunas y un baño de vapor, 11 piscinas termales; un área de tratamientos con masajes, tratamientos faciales y más, un restaurante y un café. Un pase de un día cuesta 53 euros, o unos US$58.
Después de unos cinco minutos de sudor intenso en el sauna, pasamos a la segunda etapa del aún desnudos, salimos a un patio con una bañera de hidromasaje y paredes cubiertas de enredaderas. Mi piel estaba tan caliente que el aire normalmente cortante de 4 grados centígrados de noviembre se sentía como un bálsamo. Un asistente nos entregó un exfoliante con sal y aceite de coco, que frotamos en nuestra piel.
Ya frotados a profundidad, regresamos a nuestras posiciones en el interior, donde el maestro del sauna sacó un ventilador de gran tamaño y pasamos los siguientes seis o siete minutos en un de aire caliente. Después de unos 15 minutos en total, el terminó y nos fuimos, con el cuerpo rojo y humeante.
El es sólo uno de los placeres de un día en las termas, que también puede incluir un tratamiento corporal, un baño en una piscina climatizada al aire libre con chorros giratorios y una escalopa de puerco con un vaso helado de cerveza de trigo o jugo de manzana con gas. Para los habitantes de los países de habla alemana, el
es un pasatiempo muy popular, particularmente en otoño e invierno.
Para algunos estadounidenses, incluyéndome a mí, la desnudez, especialmente en un ambiente donde hay ambos sexos, puede resultar extremadamente incómoda al principio. Keon West, profesor de psicología social en Goldsmiths, Universidad de Londres, dijo que los estándares culturales a menudo afectan el nivel de desnudez que la gente considera tolerable: en algunos lugares, ver a mujeres con el cabello descubierto puede parecer atrevido, mientras que en otros, desnudarse en una playa pública es perfectamente aceptable.
En una buena cantidad de estudios, West y su equipo han encontrado que estar desnudo frente a otras personas puede incrementar la confianza en uno mismo y la satisfacción con la vida.
“Si vas a un evento naturista, ves a mucha gente normal, gente que no está retocada y no es Beyoncé, y te das cuenta de que no te ves mal en comparación con la persona promedio”, dijo West. “Y pasas tiempo desnudo en su compañía y no pasa nada malo. Nadie te dice nada malo y nadie se ríe de ti”.