Siete presidentes se han reunido con el Papa
Encuentro. Entre los gobernantes están Trujillo, Guzmán, Jorge Blanco, Balaguer, Fernández y Medina.
Con el anuncio hecho de que este viernes 24 de mayo viaja hacia Roma, Italia, para tener un encuentro con el papa Francisco el día 27, el presidente de la República, Luis Abinader, será el octavo mandatario dominicano que se reúne con la autoridad suprema de la iglesia católica. El primero fue el dictador Rafael Leónidas Trujillo, quien viajó al Vaticano para la firma del Concordato del 15 de junio de 1954. República Dominicana y la Santa Sede, que estaba representada en ese entonces por el Papa Pío XII, firmaron un acuerdo que otorgó privilegios y reconocimientos legales a la iglesia católica en el país.
Antonio Guzmán
El mandatario perredeísta Antonio Guzmán fue el segundo presidente dominicano que conversó directamente con un Papa. En 1979, el papa Juan Pablo II eligió a República Dominicana como “el primer país para emprender una cruzada mundial”, según relatan los archivos periodísticos de diarios de la época.
Fue el 25 de enero de ese
Juan Pablo II
Salvador Jorge Blanco fue el tercer presiden- te en tener el privilegio. Fue en la segunda visita, en 1984, de Juan Pablo II. El día 11 y 12 fueron declarados, al igual que como pasó con Guzmán, de regocijo nacional por el gobernante, según reseñan los archivos a los que tuvo acceso este diario. En su primer día, Juan Pablo II ofició una misa en hipódromo Perla Antillana. año cuando pisó suelo dominicano, para iniciar la visita que solo duraba 24 horas. Fue recibido en el aeropuerto Las Américas por Guzmán, el vicepresidente Jacobo Majluta, y sus respectivas esposas, así como el cardenal Octavio Beras. Una gran multitud aclamó al Papa a lo largo de la ruta desde el aeropuerto Las Américas. Archivos periodísticos reseñan que durante su estadía ofició una misa que aglutinó a miles de fieles y se reunió con ministros de la iglesia en la catedral. Guzmán declaró el 25 de enero como día de “regocijo nacional” por su visita y las oficinas públicas y la mayor parte de las empresas privadas permanecieron con sus puertas cerradas. Su estancia en el país fue toda una ovación y veneración, de acuerdo a los diarios de la época. Guzmán y su esposa Renée Klang de Guzmán visitaron al Papa en la sede de la Nunciatura Apostólica. Luego, Juan Pablo II fue al Palacio Nacional a visitar a Guzmán, donde entregó un recuerdo de su viaje al mandatario.