El Comercio (Ecuador) - Carburando
Los superautos
El proyecto fue fabricar 400 unidades, pero en total se entregaron 1 300 F40 entre 1987 y 1992.
día apareció el mismísimo Enzo a buscarlo con un problema que lo preocupaba. El nuevo motor turbo V6 que pensaban utilizar en la temporada 81, tenía una falla de durabilidad que se repetía en el mismo elemento y no podían resolver. Materazzi encontró la solución.
El motor turbo de Ferrari ganó dos carreras en 1981, su primer año en Fórmula 1, y debió haber dominado el campeonato de 1982 con sus pilotos, Gilles Villeneuve y Didier Pironi. Pero la desgracia ensombreció el team de Maranello con sendos accidentes, el del canadiense trágico, que dejó a la Scudería sin pilotos antes de terminar la temporada.
Ferrari había ganado el campeonato de 1979 y debió hacerlo en 1982. En lugar de ese golpe que hubiera sido el gran éxito de Maranello apenas empezando la era de los turbo, el equipo pareció perder su magia. Al año siguiente obsercó que el primer campeón del mundo con un motor turbo fuera BMW, y por si esto fuera poco, en 1984 y 1985, Porsche, de la mano de McLaren se había quedado con ambos títulos. Ferrari estaba siendo derrotado por quiénes debían, por naturaleza, estar detrás suyo.
Entre 1985 y 1986, una serie de accidentes mortales de dos pilotos
y varios espectadores en los rallies de Córcega y Portugal, hicieron que la FIA aboliera el Grupo B, entonces el 288 GTO Evoluzione, que trabajaba Ferrari, quedó detenido.
El Porsche había sacado en 1986 un nuevo modelo llamado 959, que incluso hizo su estreno mundial con un resonante éxito en el Rally París Dakar. Ese era su objetivo. Si en la Fórmula 1 no los podía vencer, en la calle nada lo detendría.
El 21 de julio de 1987, cientos de periodistas exclamaron con sorpresa, cuando se develó el Ferrari F40 en el Centro Cívico de Maranello. El propio Enzo Ferrari fue el encargado de presentarlo.
El auto fue, en ese momento, el primer Superauto del mundo y el primer auto de producción que superaba los 320 km/h. Si bien en el desarrollo llegaron a obtener 650 CV, de ese motor 2.9 biturbo, cuando decidieron poner el impulsor al F40, lo bajaron a 478 CV. Tenía una caja de cambios manual de cinco velocidades y pesaba 1 100 kg. Aceleraba de 0 a 100 km/h en 4,1 segundos y alcanzaba exactamente 324 km/h de velocidad máxima.
Su línea fue inconfundible: trompa perfilada, altura mínima, gran ala trasera que lo identificaría para siempre. Pero sobre todas las cosas, un comportamiento brutal. Un auto que transmitía la sensación de potencia y velocidad.
El F40 en su interior era casi un auto rústico, sin tapizados ni aislaciones sonoras, sin manijas para abrir las puertas (en su lugar había un cable que accionaba la cerradura), sin tecnología. “Cuando lanzamos el F40, fue como si explotara una bomba. En menos de 24 horas ya tenemos 900 pedidos confirmados”, comentó Materazzi.
El auto se llamó F40 por el 40 aniversario de la creación del Ferrari 125 S, el primer auto de la marca, nacido en 1947.