La artista María Verónica León inicia la historia de ecuatorianos en la Bienal de Venecia
En este evento, con 120 años de exhibiciones, el país presenta 24 obras
En los casi 17.000 metros cuadrados de zona expositiva que comprende la 56ava Bienal de Venecia, Ecuador ocupará apenas 150 metros. Pero esa opción representa un hecho histórico: es la primera vez en más de 100 años de historia de este evento cultural que el país abrirá un pabellón.
En ese lugar, la artista guayaquileña María Verónica León Veintimilla presentará 24 fotografías en metal. Son trabajos que conforman la serie “Gold Water: Apocalyptic Black Mirrors” / “Oro y Agua: Espejos Negros Apocalípticos”.
Una obra en la que arte y ciencia se fusionan a través de exploraciones innovadoras, que materializan una visión de vanguardia para el futuro de la humanidad. Eso dice el comunicado oficial de la bienal.
El concepto de la muestra surge de dos de las fuentes naturales y primarias de riqueza del Ecuador y del mundo: el agua y el oro, las cuales son extraídas de su contexto original para ser reexaminadas críticamente a través de la historia, la sociedad, la economía y la cultura, así como por su relación con los valores económicos de un mundo globalizado.
La artista explora las trazas mnemónicas (un término relacionado con la informática) de la relación de la humanidad con el agua y el oro.
Su proyecto se construye en torno a un símbolo trascendental: la estufa, la cual se presenta en forma de cubo en una cocina de vanguardia con funciones insólitas.
La relevancia de esta estructura realista radica en su universalidad, de tal manera que la artista crea un trabajo original que evoca metafóricamente a una humanidad en proceso de olvidarse de sí misma.
Esta cocina de vanguardia es la receptora de nuevas dimensiones artísticas que se proyectan hacia el futuro. Una pared con una serie de microondas desfilan en repisas mostrando imágenes de un paraíso perdido que recuerdan a las paredes de la Caverna de Platón.
A partir de su experiencia en artes visuales, música y danza, María Verónica presenta en las cuatro salas del pabellón un panorama multimedia con instalaciones polípticas de audio y vídeo, incorporando dibujo, vídeo, fotografía, objetos y sonido como técnicas visuales relacionadas entre sí.
Todos estos elementos se despliegan en un “teatro-techno”, donde el agua como fuente de vida se proyecta hacia un nuevo estado de conciencia.
La artista filma, elabora las imágenes, edita, dibuja, pinta, construye los símbolos y letras, escribe el guión y diseña el sonido, en vídeos y proyecciones inusitadas que transforman la naturaleza habitual de los objetos para otorgarles nuevas identidades, fuera de su contexto habitual.