Comuneros aplican su propia justicia por robos en viviendas
Los habitantes de dos comunidades intentan frenar la delincuencia
Con la promesa de que nunca más regresaría a la comunidad, Juan Elías T. intentaba evitar la purificación de la comunidad de Puerto Alegre de la parroquia rural Eugenio Espejo del cantón Otavalo (provincia de Imbabura).
Sus palabras no fueron suficientes para evitar el castigo, ante las evidencias con que fue retenido, la mañana del sábado. Ricardo Cahuasquí, presidente de la comunidad, contó que el hombre aprovechó que no había nadie en una tienda para llevarse tres collares valorados en 400 dólares y $ 35 en efectivo.
Luego intentó escapar, sin imaginar que un tío de la propietaria lo había observado. La comuna se reunió para resolver la situación del sospechoso, quien permaneció 30 horas retenido. Los cómplices, al parecer, escaparon en un carro.
Al final y luego de que el hombre mostró arrepentimiento y aceptó que tomó las evidencias porque “estaban botadas”, fue purificado con agua helada, seis latigazos y ortiga.
Mientras, otros cinco ciudadanos escaparon de ser linchados por habitantes de Santa Ani- ta, jurisdicción de Turi, a 6 kilómetros del sur de Cuenca.
El hecho se registró la madrugada del domingo, tras ser descubiertos en actitud sospechosa. Tres de ellos cargaban un cilindro de gas y herramientas de una vivienda en construcción. Los presuntos delincuentes lograron huir, pero el vehículo en el que se movilizaban fue incinerado como señal de advertencia a los delincuentes.