Seguridad en las playas
Dadas las características de nuestro clima, que no está sujeto rigurosamente al ciclo estacionario del planeta, en nuestras costas se presentan los denominados “aguajes” (que afectan, según los expertos, a nuestro perfil costero, desde la Península de Santa Elena hasta la frontera con Colombia; una larga línea en la cual la actividad económica tiene para el Ecuador una importancia decisiva), debido a fenómenos oceanográficos, conocidos pero desgraciadamente, incontrolables, uno de los cuales se origina en esta época y debe ser objeto de una muy severa vigilancia por parte de las autoridades respectivas.
El Instituto Oceanográfico de la Armada, Inocar, que es un organismo científico de gran credibilidad, pronosticó que se avecinaban las mayores marejadas, especialmente en la Península de Santa Elena, con gigantescas olas, lo que indudablemente constituye un serio peligro para la población costanera y para los turistas que acuden a nuestras playas. El período de aguajes “tuvo el pico más alto el sábado pasado y afectó fuertemente la in- fraestructura portuaria a lo largo de la costa y alrededor del archipiélago de Galápagos”.
Este peligro puso a prueba los sistemas de prevención con que contamos y, felizmente, sus resultados han sido positivos y prácticos, a lo que contribuyó poderosamente la coordinación de instituciones, particularmente municipales, y de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos. Hasta ahora “grandes rocas han sido arrastradas y habrá que reconstruir los sistemas tradicionales de defensa”, que comienzan con la concienciación de los habi-
Este peligro puso a prueba los sistemas de prevención con que contamos y, felizmente, sus resultados han sido positivos y prácticos...’.