Perdieron el tiempo
Los socialistas del siglo XXI están llenos de contradicciones. Cuba llama a Obama para que le dé la mano, invitando y hasta rogando a los capitalistas para que inviertan en la isla. Otros hablan de “derechos” pero acosan a la información llamándola “prensa corrupta”, acusándola de injuriarlos y de no dejarlos gobernar. La mayoría dice preocuparse por los más pobres pero se inventan formas de recaudar más dinero y crear crecidas burocracias inoperantes, ineficaces programas populistas y aparentar que controlan la descomposición social expresada en tráfico y consumo de drogas, delincuencia, sicariato, etc. Siguen creyendo que nuevas leyes producen cambios, porque para sus mentes el método de gobernar es la imposición y el control. Entiéndanlo de una vez, sin libertad no hay desarrollo, les guste o no. Entiendan que están usando la mayoría en los Congresos para aplastar la libertad y propiciar que los gobernantes se conviertan en dictadores con falsos certificados de haber ganado elecciones, porque son ellos mis- mos los dueños del Consejo Electoral y de todos los poderes.
Hace 8 años, enceguecida por la abundancia de los petrodólares para llevar adelante proyectos populistas, la “revolución ciudadana” no capto que lo más valioso que tiene toda sociedad son los niños y los jóvenes. Invirtieron en educación, en edificios, bancas y equipamiento, pero no en mejoramiento real del sistema educativo, desde el jardín de infantes hasta la universidad. Si hubieran concentrado el mayor porcentaje de ingresos petroleros en el sistema educativo, dejando que la sociedad siga produciendo libremente, hoy habría una evolución social y no una revolución frustrada e inservible. Solamente los pueblos educados adquieren conciencia cívica y pueden hacerse cargo del desarrollo de sus sociedades. Los gobiernos solo administran los bienes públicos que los propios pueblos educados van creando poco a poco. Los pueblos no se cambian mediante falsas “revoluciones populistas” ni por líderes carismáticos.