Lo esperaron con diez tiros al salir de su casa
“Por qué lo dejaron salir, si él sabía que no podía...”, repetían entre llanto familiares de Jacinto Mendoza (28). El joven fue acribillado ayer, tras pasar la puerta de su casa, en el barrio Jocay de Manta, para contestar una llamada. Alrededor del cadáver habían 18 casquillos de bala. La Policía encontró incinerada la camioneta en la que aparentemente huyeron los asesinos.