40 mil botellas de chicha y el pan del Niño Viajero fueron bendecidos
En Cuenca la procesión es uno de los actos de fé mas importante del país
La chicha que se brinda a los feligreses que participan en el Pase del Niño Viajero fue bendecida por el arzobispo de Cuenca, Marcos Pérez.
Más de 40 mil botellas pequeñas, elaboradas por Rosa Pulla junto a unas 70 colaboradoras, recibieron la bendición.
Pulla heredó de su madre Rosa Palomeque la tradición de elaborar la chicha y el pan de pascua, llamados del Niño Viajero, que se utilizan para regalar a quienes forman parte de la procesión que los 24 de diciembre se desarrolla por las calles céntricas de Cuenca.
“La chicha es para calmar la sed; y el pan, para paliar el hambre de los niños que participan en la procesión” explicó Rosa Pulla la mañana del domingo en que se cumplió con el acto de bendición de la chicha.
Según Rosa Pulla, los preparativos para la fiesta del Niño Viajero comienzan en julio de cada año.
Se compra la panela y la canela, desde finales de noviembre adquieren las piñas, naranjillas y los montes que necesitan para la preparación de la chicha. “Hacemos la chicha 15 días antes para que se fermente y tenga el sabor adecuado”, dijo Pulla.(