La cuota de ejecuciones diarias desata nueva polémica
Propuesta de Duterte para eliminar las drogas de su país
Líderes católicos filipinos y responsables de ONG expresaron su indignación ayer por la voluntad del presidente Rodrigo Duterte de restablecer la pena de muerte y de ejecutar a diario a entre “cinco y seis” criminales.
“Los filipinos serían considerados como un país de bárbaros. Filipinas se convertiría en la capital mundial de la pena de muerte”, declaró el padre Jerome Secillano, de la Conferencia de Obispos Católicos filipinos.
En tanto, Duterte anunció que regalará entre 1.000 y 8.000 dólares de aguinaldo a la policía.