Odebrecht: cuentas de paso
Parece que no le ha despertado interés, a la Fiscalía, la información que compartí la semana anterior en esta columna, sobre las cuentas abiertas por “operadores financieros” de Odebrecht, en bancos de Antigua y Bermuda, para desde ahí empezar los envíos de sobornos a Brasil y otros países. Al menos esa impresión causa el no haber encontrado, en los innumerables boletines de prensa que suele publicar en su página web, información alguna sobre ese particular: lo último es del 6 de enero de 2017, y ahí puede leerse que “la tarde del jueves 5 de enero, el fiscal general, Galo Chiriboga Zambrano, explicó ante la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional que también se requirió cuatro asistencias penales a Suiza, Brasil, Estados Unidos y España” (esta última, es de suponer, para interrogar a uno de los tales “operadores financieros”, Rodrigo Tacla Durán, detenido desde noviembre de 2016 en España).
Veamos entonces si el agregado siguiente cambia las cosas: desde cuentas abiertas en el Meinl Bank Antigua por “operadores financieros” de Odebrecht (según las revelaciones que, en acuerdo con la Fiscalía brasilera, hizo el 17 de junio de 2016 el banquero Vinicius Veiga Borin), fueron transferidos muy cuantiosos recursos a otras cuentas, manejadas por dos intermediarios: el chino Wu-Yu Sheng y un brasilero, residente en Uruguay, de nombre Vinicius y apodo Juca. Las cuentas de es- tos fueron abiertas a nombre de las empresas All Team, Ample Power Ltd., Power Harvest International Ltd., Swen R2 Ltd. Y KTJW Investments Ltd. (en el caso del chino); y de Meriwither Trading Inc., Westdide Consulting Inc., y Chama Leon (en el caso del brasilero). Desde ahí, a su vez, se redireccionaban los fondos para el pago de sobornos.
Si lo anterior no es suficiente, está también Panamá (y ahí ni siquiera se necesita de traducciones). Hay que indagar sobre el destino de los fondos recibidos, entre la segunda mitad de 2009 y el 2010, por la panameña Constructora Internacional del Sur, en sus también panameñas cuentas. Parece que ascienden a varias decenas de millones de dólares…
Hay información para obtener, en Antigua y Panamá, sobre las cuentas desde las que Odebrecht pagaba sobornos’.