Voto “gratitud” y otras cifras
Los resultados electorales debemos analizarlos desde las cifras y con inteligencia. Estas dicen que el correísmo sigue usufructuando del poder total. Comparando los datos 20132017 se pueden ver las pérdidas y los retrocesos de un régimen despótico y antidemocrático. Esto nos da pruebas suficientes. Ahí están las evidencias del cansancio, hastío y rechazo que genera la RC y el buen vivir de la corrupción que se ha apropiado del poder total en la década del extravío democrático.
Aritméticamente pensemos lo siguiente: 1) Los votos de los perceptores del Bono de Desarrollo Humano (de tres grupos: madres, adultos mayores, discapacitados) son 1’104.771. 2) Los nuevos 214.253 burócratas (2007-2016). Esto suma 1’319.024 personas. 3) Moreno obtuvo 3’716.343 votos. 4) Esto quiere decir que los votos “duros-agradecidos” fueron el 35,49 %. 5) La lógica dice que Moreno solo habría obtenido 2’397.319 votos. 5) Si Lasso obtuvo 2’652.403 votos le habría ganado con 255.084. 6) Conclusión: a la oposición le ganaron con fondos públicos. Es decir el “voto agradecido” (voto cautivo) fue determinante para que gane el co- rreísmo. En la segunda vuelta no tendrá el mismo rol. Esto lo saben bien los noveleros de la RC.
Reparemos en las cifras siguientes: 1) El padrón del 2013 tuvo 11’675.441 electores y 9’467.062 sufragantes. 2) En ellos Correa obtuvo 42,13 % y 51,95 % respectivamente. 3) La del 2017 tuvo 12’816.698 electores y 10’470.174 sufragantes. Era mayor que la anterior. Sin embargo Moreno solo obtiene 29 % y 35,49 % respectivamente. 4) Entre las elecciones del 2013 y 2017 el correísmo pierde 1’202.139 votos. 5) Conclusión: el correísmo disminuye 13,13 % en el número de electores y 16,46 % en sufragantes, entre una y otra. LQQD: la prueba de que no son “más, muchos más”, sino más de un millón menos.
Esto lo sabían muy bien los asesores, “el poder del Gran Señor” y beneficiarios de la RC. Por eso “desesperadamente querían imponerse a toda costa en la primera vuelta”. El pueblo movilizado, el voto rechazo y la vigilancia de Dios, que castiga a los prepotentes, autoritarios y engreídos, les dio merecida lección que no esperaban.