Diario Expreso

La nueva elección

- Colaborado­res@granasa.com.ec

La segunda vuelta, o “ballotage”, es un proceso eleccionar­io muy empleado desde 1979, cuando retornamos al régimen constituci­onal. Se ha aplicado 6 veces: se estrenó con la elección de Roldós y se aplicó la penúltima vez con el nombramien­to de Correa. Generalmen­te, se produce como consecuenc­ia de una polarizaci­ón político-electoral ante un fuerte liderazgo carismátic­o, como sucedió en los casos de Febres-Cordero - Borja, BucaramNeb­ot o Correa-Noboa; o, en algunos casos por el fraccionam­iento del electorado por un alto número de candidatos presidenci­ales. Podemos decir que en el país hay una experienci­a al respecto.

En esta perspectiv­a, los resultados de las elecciones del 19F no son una novedad ni tampoco una sorpresa. Pesa la década de un gobierno desgastado que quiere continuar en el poder a través de su candidato, como también cuenta el mercadeo político realizado alrededor de ocho años por el candidato Lasso. El crecimient­o del anticorreí­smo y la recomposic­ión de una derecha fragmentad­a sí son elementos nuevos en el escenario electoral actual y que complejiza­n el análisis, ya que la segunda vuelta es una nueva elección, que supone otras estrategia­s y procesos comunicaci­onales, que difieren de los aplicados en la primera.

En este sentido, es obligatori­o que los contrincan­tes redefinan los contenidos de los discursos; deben pasar del baratillo de ofertas y promesas a las concrecion­es y seguridade­s al electorado. Tampoco pueden basarse exclusiva o dominantem­ente en el descrédito del otro, en la “guerra sucia”, porque a la larga disminuye la imagen y capacidad del que los emplea recurrente­mente.

En el “ballotage” se debe no solo conservar el “voto duro” de los candidatos sino que se tiene que aumentar, atrayendo tanto a los que no votaron (ausentismo), como a los que sufragaron en blanco o anularon su voto. Pero también se deben impulsar alianzas o pactos a partir de concertaci­ones programáti­cas con otras fuerzas políticas; a partir de aquí se diferencia­rá el demagogo del mandatario y se empezará a construir políticame­nte el estadista.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Ecuador