Los organismos regionales, el muro y Venezuela
En América tenemos dos organismos regionales, una Carta Democrática Interamericana y varios organismos subregionales, todos ellos con el fin de defender el sistema democrático como forma de gobierno de los países que lo conforman.
Ante la reacción de los españoles: Felipe González, la figura estelar de la izquierda democrática en el mundo y su colega Rajoy intentaron intervenir, fracasando, como mediadores en el problema venezolano. Estos le pidieron al secretario general de la OEA, Luis Almagro, que aplique la Carta Democrática Interamericana. A Almagro le ha correspondido mirar los desafíos que plantearon a la democracia, la destitución de Dilma Rousseff en Brasil, el recrudecimiento de la crisis política y eco- nómica en Venezuela, la espera del regreso de Cuba a la organización, el proceso de paz de Colombia y la iniciación del muro en la frontera con México.
Sobre los más acuciantes problemas que vive América, Almagro se ha pronunciado sin atreverse a usar los documentos que tiene en sus manos.
Sobre el muro se limitó a sostener que es una barrera entre Estados Unidos y América Latina. Considera que con los 15.000 millones que cuesta construir la valla, estos podrían ser usados como contribución para eliminar las causas de la migración latinoamericana a los Estados Unidos.
En cuanto a los sucesos de Venezuela, opina que ha entrado a una fase de deterioro final. Las mesas que se armaron para buscar soluciones no han cumplido ninguno de los objetivos. No se ha podido devolver los poderes a la Asamblea Nacional. Maduro no rindió cuentas ni se aprobó el presupuesto, facultades que le correspondían al Parlamento.
A todo esto deben sumarse los juicios en Houston por los casos de corrupción de Pdvsa y los de Nueva York por el caso de narcotráfico de los sobrinos de la pareja presidencial, síntomas de deterioro que manejan muy bien los gobernantes, sin poner en peligro el mandato de Maduro.
Dice Almagro que meten presos a quienes quieren, cuando quieren y liberan a quien se les ocurre, cuando se les ocurre. El secretario general de la OEA reconoce que en lugar de liberar a presos políticos hay nuevos encarcelamientos. Es decir, en Venezuela hay avasallamiento de los derechos civiles y políticos de las personas por la expresión de sus ideas.
Consideramos que el resumen que ha hecho Almagro es motivo más que suficiente para aplicar la Carta Democrática Interamericana que, no siendo un elemento coercitivo, por lo menos puede hacer que el Gobierno venezolano entienda que no puede seguir abusando de la fuerza que utiliza para mantenerse en el poder. Lo lamentable es que buena parte de los gobiernos americanos se encuentran callados, seguramente con el pretexto de no intervenir en los asuntos internos de otros países. Sin embargo, debemos recordar que la Carta Democrática Interamericana fue elaborada con mucho cuidado y se evitó imponer sanciones a los estados que la violen. Simplemente se los suspendía en sus derechos hasta que vuelva a imponerse el sistema democrático que los países miembros consideran es la forma de gobierno que debe regir en la región.
Aparte de su elegante edificio, en un asunto tan de la región, como es el caso de Venezuela, no se ha podido hacer nada para buscar una salida a un país que es un caos completo. El secretario general asistió como miembro del grupo de personalidades internacionales que buscaban una mediación. Esta fracasó y nuestro secretario general regresó calladito, evitando hacer cualquier tipo de declaraciones. De lo que se sabe, para justificarse, Unasur valiéndose del expresidente Mujica (que se presta para todo) y los invitados a observar las elecciones del Ecuador, ya han certificado que no hubo problemas en las elecciones efectuadas el 19 de febrero, cuando la delegación de la OEA y buena parte del país han denunciado varias irregularidades.