La campaña también se viste: del uniforme a la informalidad

Lasso y Moreno marcan su acercamiento a la gente hasta en la ropa

Hasta en eso difieren. La campaña electoral ha pintado a dos personalidades tan distintas en su forma de vestir como en sus promesas de gobernar: Guillermo Lasso y Lenín Moreno, candidato a las presidencia, mantienen un uniforme de campaña que también habla por ellos.

Lasso, alguna vez gerente del Banco de Guayaquil, abandonó para esta ronda los trajes elegantes y las corbatas. En el perchero una camisa mangas cortas de tono celeste, que se ha convertido en el oficial de su partido de bandera blanca, unos jeans todoterreno y zapatos de suela gastados. “Los he usado toda la campaña. Les di palo”, bromea el candidato de CREO mientras exhibe el desnivel que atestigua las camina- tas. Lasso ha buscado acercarse a la gente también desde el vestuario. Es común que, ante una entrevista con cámaras, se recoja las mangas de camisa o, si lo lleva, aparte el traje. “En campaña no lo necesito, camino mucho, recorro mucho”, asegura, después de darle una decena de vueltas al país. En su vestuario es poco común encontrar el 21 que identifica a su partido.

El oficialista Moreno ha inclinado la cabeza ante la moda verdeflex. Después de una primera vuelta donde rehuía del color de su partido, en preferencia de un blanco puro y dis- tintivo, ha abrazado los colores de PAIS.

También se ha uniformado. Las chaquetas hechas con sello partidista abundan en su muestra de exhibición y lo describen siempre cómodo, abrigado por el énfasis puesto en los recorridos por provincias de la Sierra y marcado por el verde y el azul en las últimas semanas.

En la tarima, prefiere las camisas de mangas recogidas a la hora de dar discursos; en la calle la protección de la chaqueta; en las entrevistas, la formalidad del traje.

Moreno lleva siempre, como lo dicta el manual, un sello de la lista 35 en las prendas. Al estilo del presidente Rafael Correa y el vicepresidente y candidato Jorge Glas. La marca se luce. No importa si es un sombrero, un chaleco o una camisa bordada; en PAIS, el partido va por delante, por lo menos en el marketing.