IPAD Y ANDROID
Andrea García y su esposo Adrián Burgos son papás de Zoe, de 6 meses. García tiene 30 años. Es chef y especialista en Bioquímica Nutricional, dueña de una línea de alimentos saludables. Portean a Zoe desde que nació. Practicaron el ‘apego precoz’ poniendo a la bebé en el pecho de mamá al momento del parto, cuenta a EXPRESO, mientras con destreza toma el fular de aros (foto) para portear o cargar a su pequeña en su costado, sobre la cadera. También utiliza el fular elástico, mientras que su esposo prefiere la mochila o portador ergonómico. “El porteo permite estrechar el vínculo, lo que mucha gente no comprende es la necesidad del bebé de tener el calor, el olor y el contacto con la piel... tu olor y tu calor mantienen al bebé en calma, casi no llora”. Tenerla porteada facilita la lactancia a completa disposición del bebé que practica: le da de comer a Zoe cada vez que tiene hambre. Andrea anda por toda la casa con la niña encima, haciendo sus actividades cotidianas; asimismo, la lleva a todos lados. “Portear no significa que nunca sueltas a tu bebé, quiere decir que cuando te movilizas lo haces con tu bebé en brazos, apegado (en lugar de usar coche)”. Portear no es evitar que el bebé camine o retrasar este proceso, dice García, contenta, con Zoe sobre su cadera. Piensa cargarla hasta que Zoe quiera. Aquí el link de una lectura crítica sobre la crianza con apego