Responsabilidad y compromiso ambiental
EDITORIAL
La socioeconomía, el manejo de los recursos naturales, los tipos de asentamientos humanos y el uso del suelo, son aspectos centrales para saber si las naciones son o no, efectivamente responsables y tienen compromiso ambiental. Esto constituye una prueba para conocer a los países que tienen un futuro sustentable, y una tarea central para el gobierno, instituciones y ciudadanía. Es preciso señalar que tal situación para las ciudades y naciones debe de partir de dos tareas básicas: la responsabilidad y el compromiso con el medioambiente de quienes las habitan.
En Ecuador los modelos de desarrollo, el tradicional agroexportador y los extractivistas, minero y petrolero, poco han cuidado que sus efectos productivos preserven los recursos naturales, cuiden el medioambiente y resguarden los diferentes ecosistemas. Los efectos de la tala indiscriminada de bosques, el uso inadecuado de algunos insecticidas y pesticidas para el combate de las plagas del campo, así como el irresponsable tirar tamo de arroz a ríos del litoral, dicen cuánto de esto aún se mantiene como práctica productiva inadecuada para el entorno.
Desde hace décadas el Ecuador conoce cuánto la extracción minera, la tala de bosques y la contaminación de los ríos (en Costa, Sierra y Amazonía), afectan al ambiente. También sabe de los constantes derrames petroleros que han destruido miles de hectáreas en las zonas donde se han dado. Así, la mayor deforestación la registran las provincias de Esmeraldas, Morona Santiago y Zamora Chinchipe. La explotación de minas contaminantes están en El Oro, Loja, Azuay y Zamora Chinchipe. Según Oxfam Internacional, existen cuatro ríos contaminados: Machángara, Guayllabamba, Esmeraldas y Guayas. Señala que algunos tramos de ellos están declarados biológicamente muertos. La producción irresponsable y la contaminación son las principales amenazas. El Ministerio del Ambiente dice que la media de derrames de petróleo 2000-2010 fue de 50 al año. De ahí hasta hoy ha ido en aumento.
Es preciso que los gobiernos (centrales y seccionales), las diferentes organizaciones y la ciudadanía, en sus diversas prácticas y actividades socioeconómicas, asuman que la responsabilidad y la protección y preservación del ambiente son aspectos estratégicos e imprescindibles del ejercicio ciudadano para con el país y las nuevas generaciones.
...la responsabilidad y la protección y preservación del ambiente son aspectos estratégicos e imprescindibles del ejercicio ciudadano para con el país y las nuevas generaciones’.