El bufete de los ‘Panama Papers’, solo una sombra
Únicamente los fundadores del estudio están presos, pero por otro caso Un año del escándalo El país busca lavar su imagen
El edificio de vidrios polarizados del bufete de abogados protagonista de los ‘Panama Papers’ terminó convirtiéndose en atracción turística, mientras el país busca eliminar su imagen de paraíso fiscal. Los turistas llegaban a tomarse ‘selfies’ frente al rótulo del estudio Mossack Fonseca, situado en el área bancaria de la capital panameña, y hoy relacionado con el dinero oculto de ricos y famosos de todo el mundo. El presidente ruso Vladimir Putin, el futbolista argentino Lionel Messi o el cineasta español Pedro Almodóvar aparecieron entre los clientes.
El rótulo ya no luce frente al inmueble, aunque la firma, con 40 años de historia, sigue operando con una fracción del equipo que tenía el 3 de abril de 2016, cuando un consorcio periodístico internacional expuso 11,5 millones de documentos. ción de la fiscalía, aunque no hay procesados ni detenidos en Panamá. Sin embargo, los fundadores del bufete, Jürguen Mossack y Ramón Fonseca, están presos en el país canalero, pero por el escándalo de corrupción brasileño Lava Jato.
“No se blanqueó dinero, se constituyeron sociedades dentro del marco de la ley”, aseguró la abogada Marlene Guerra, representante del estudio.
“Mientras nosotros estamos dialogando sobre lo ocurrido, el resto de las firmas en Panamá y el mundo lo siguen haciendo tal cual. Consideramos que es justicia selectiva”, dijo Guerra.
Según la abogada, el 70 % de los clientes de Mossack Fonseca a nivel global “se fueron para los Estados Unidos”.
Panamá tiene una economía dolarizada basada en servicios que aportan 83 % de su Producto Interno Bruto (PIB). La creación de sociedades solo representa 1 % del PIB.
“Panama Papers no dijo nada que no supiéramos, (pero) ni un solo dólar de esos (de las sociedades constituidas) está en Panamá, están en bancos de Gran Bretaña, Miami, Nueva York”, afirmó recientemente el jefe de gabinete del Ministerio de Economía y Finanzas de Panamá, Ricardo Zubieta.
Muchos en Panamá consideran que todo se trata de un “complot” para dañar la imagen del país y beneficiar a plazas financieras de EE. UU. y Europa que se dedican al mis- mo negocio.
Tras los ‘Panama Papers’, Francia reincorporó a Panamá en su lista de paraísos fiscales y ahora forma parte de la lista provisional de la Unión Europea sobre “jurisdicciones no cooperativas en materia fiscal”.
El gobierno panameño ha buscado mejorar su imagen mediante reformas para blindar su centro financiero. Además, firmó un acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para intercambiar información fiscal de manera automática con más de un centenar de países a partir de 2018.
El caso ha dado impulso a la lucha contra la evasión fiscal. “El intercambio automático de información, que es el verdadero fin del secreto bancario, ya no es objetado por nadie”, afirmó Pascal Saint-Amans, director del centro de política y administración Fiscal de la OCDE.
“Panamá cumple con los más altos estándares internacionales en materia de transparencia fiscal. Aspiramos a que eso sea reconocido por nuestros socios y países amigos”, declaró recientemente la vicepresidenta y canciller panameña Isabel de Saint Malo.
Pero para Carlos Guevara Mann, catedrático de Ciencia Política de la Florida State University, a Panamá “no se lo toma seriamente en el ámbito internacional, sobre todo por la incapacidad de sus organizaciones judiciales para investigar y procesar adecuadamente este y otros casos de gravedad”.
Mientras tanto, uno de los camareros de un restaurante cercano al bufete lamenta su caída: “Esos eran los que nos llenaban a nosotros, ahora está vacío”, dice mientras señala el interior del local.