El taxismo tradicional y el servicio de plataformas digitales en Guayaquil
escándalo han hecho los gremios de taxistas en Guayaquil. No solo han paralizado sus actividades, sino que se congregaron en el Municipio y la Gobernación con la intención de hacer oír su protesta. El objetivo: detener una posible regularización de las plataformas digitales, cuya revolución en servicios de taxismo los ha tomado desprevenidos.
El taxismo tradicional enfrenta una amenaza mortal: la competencia eficiente. Las plataformas digitales no solo ofrecen mejores formas de solicitud de unidades, precios y medios de pago, sino que cuentan con los incentivos (a través de calificaciones de usuarios) para que los conductores se esfuercen por cautivar a sus clientes. El resultado: una mejor experiencia, de principio a fin, que el taxismo tradicional no sabe, o no quiere, brindar.
Esta contingencia ha obligado al gremio tradicional a unir fuerzas, no en busca de mejorar su servicio, sino de conseguir un favor político. Paralizan a la ciudad y se congregan en una vía principal para que las autoridades les garanticen por la fuerza el mercado que no pueden ganar con sus servicios.
Lo que se le escapa a los gremios – y a algunas autoridades– es que este tipo de confabulación está sancionado. La Ley de Competencia castiga los acuerdos que pretendan restringir la comercialización de bienes y servicios, restringir el desarrollo tecnológico y el boicot dirigido a limitar el acceso al mercado de la competencia.
Esteban Pérez Medina