La coherencia nos hace personas de una pieza
Separar el espacio laboral con el familiar puede perjudicar la coherencia entre los dos ámbitos, haciéndonos con doble identidad, según la coach ontológico profesional, Mayra Villarreal. Es decir, no poseer las mismas actitudes laborales y cotidianas. “Si vamos a ser una persona diferente en el trabajo porque tenemos que acoplarnos a un molde laboral, y en casa se tiene una actitud distinta, no estaríamos siendo coherentes con nosotros mismos, y ya no nos reconoceríamos”, explicó y añadió que la persona que se comporta distinto, por ejemplo que en su práctica profesional es eficiente, cuida su reputación, aspecto personal, sus palabras, y en su hogar pelea con su pareja o tiene problemas con sus hijos, les quita esa identidad y los convierte con una doble vida. “En un momento dado esa carga tan fuerte de estar con una máscara todo el tiempo, se va a reflejar en el campo laboral, como si estuvieras representando a un personaje y de pronto se acabó la historia y tienes que ser tú mismo y comenzarás a gritar, discutir o lanzar cosas”, explicó. Por eso, aconseja examinar que las actitudes y palabras no cambien radicalmente según el lugar y las personas con quien se esté. Que en todo lugar se tenga la misma imagen y opinión de uno. Y si considera que no es coherente, reconocerse y corregirse si es necesario.