Absuelto el periodista enjuiciado por Correa
Seguidores del exmandatario se movilizaron con menos fuerza Juez no encontró infracción semiótica en el artículo de prensa
Una decisión inesperada. La justicia ratificó ayer la inocencia del periodista Martín Pallares en una demanda planteada por el expresidente Rafael Correa por una publicación digital que, según él, afectaba su honra.
La diligencia comenzó con la que fue una característica del anterior mandato: decenas de partidarios en el Complejo Judicial, ubicado en el norte de Quito, portando imágenes del exmandatario y fustigando a los opositores y a la prensa.
Correa nunca llegó. Lo representó su habitual abogado en estos casos, Caupolicán Ochoa. La no presencia del expresidente imposibilitó que puedan alcanzar un acuerdo y evitar la instancia judicial.
Pero las tensiones se concentraron afuera de la sala de audiencias a la que solo ingresaron los abogados, el procesado y algunos familiares. “Todos somos Martín”, gritaban unos, “Correa, amigo, el pueblo está contigo”, respondían los otros, en un intercambio de barras inusual dentro de una dependencia de justicia.
El momento más álgido se produjo cuando el exasambleísta de Alianza PAIS, Gabriel Rivera, lanzó su puño contra el exdiputado opositor Freddy Bravo, quien respondió. Los dos golpes fueron a dar en el aire. La policía intervino.
La denuncia de Correa se produjo a raíz de un artículo de opinión publicado por el comunicador en abril pasado en la web 4Pelagatos, bajo el título “Si a Correa le sorprenden ro- Creo que con esto salen ganando los periodistas y se nulita un acto de amedrentamiento. Apoyo. A la audiencia acudieron asambleístas de oposición como Mae Montaño, Fabricio Villamar y César Carrión, de CREO. bando podría decir que estaba cuidando”.
En esta, hace referencia a la declaración del expresidente respecto a la detención de su exministro de Electricidad, Alecksey Mosquera, que ahora es procesado por el supuesto delito de lavado de activos.
El abogado de Pallares, Juan Pablo Albán, objetó las pericias ordenadas durante la investigación y dijo que no estaban al tanto de sus conclusiones, lo que los dejaba indefensos. Ochoa pidió, por su parte, la suspensión de la audiencia porque de sus cuatro testigos solo llegó uno. El juez Fabricio Carrasco no lo aceptó.
Luego de tres horas de audiencia, el magistrado consideró que, si bien, se comprobó la existencia material del artículo, “no se ha probado si existe un acto semiótico antijurídico”. Esto dejó inconformes a los partidarios de Correa, que se retiraron incluso con lágrimas de indignación.