¡Empecemos ya! ¡L
legaron los diálogos! Lo que es normal en una sociedad política, aquí era imposible. Lenín invitó a sus excontrincantes a conversar y a recoger sus ofertas de campañas que beneficiarían a la sociedad.
La excandidata a l a presidencia, Cynthia Viteri, le presentó un proyecto de ley que derogaría la famosa tabla que permite portar a las personas lo suficiente de droga para participar en el microtráfico. ¿Qué ha pasado? La tabla sigue vigente, y a pesar de las visitas que la ministra Zúñiga hace en l as clínicas privadas, l os hospitales públicos no cuentan con estructuras mínimas capaces de recibir a jóvenes cautivos de los estupefacientes.
Otro ejemplo, el Plan de Seguridad Ciudadana que alcanzaría a tocar también temas como el tráfico de drogas, de personas y la presencia de organizaciones delincuenciales, con la posible intervención de fuerzas especializadas para ello, entregado por el excandidato presidencial, Paco Moncayo.
Ambiciosos temas. Soluciones nada fáciles. ¿Por lo menos hemos empezado a aplicar estas u otras estrategias?
Otro ejemplo es la presión social que exige castigo para la corrupción. ¿Qué sucede con esto? Una fiscal ha llamado a J. Glas y otros personajes a juicio por asociación ilícita, delito sancionado con pena máxima de cinco años; pero es un juicio que si se termina con sentencia condenatoria, con todos los beneficios legales que existen, dejaría a delincuentes en libertad y vacunados contra toda posibilidad de ser enjuiciados eficazmente, pues sabemos que es imposible enjuiciar a una persona por el mismo hecho dos veces. ¿Quién se beneficia de las condiciones de este proceso?”.
¿Qué pasó con la Ley de Plusvalía, con la eliminación de ciertos impuestos, la reactivación de los sectores productivos?
¿Qué pasó con aquellos que buscan vengarse, ineficientes y asaltantes? No hay más espacio para ellos. Presidente Lenín, en un abrir y cerrar de ojos se van las oportunidades. ¡Hay mucho que hacer!