A cien años del natalicio del beato Óscar Arnulfo Romero
seres humanos que se convierten en ejemplo digno de imitación por su accionar y la obra que llevaron a cabo, cuando se trató de servir a su semejantes. Y un ejemplo de aquello y digno de ser destacado es la egregia figura de monseñor Óscar Arnulfo Romero, quien nació en El Salvador el 15 de agosto de 1917. Por sus virtudes espirituales y su permanente defensa de la dignidad humana en cumplimiento de los principios del Evangelio fue beatificado el 23 de mayo de 2015.
Monseñor Romero vivió en una época en que la patria que lo vio nacer, atravesaba la mayor crisis política a consecuencia de una guerra civil fratricida. El régimen con apariencia constitucional que dirigía el país adoptó una política de Estado represiva, cuyas consecuencias inmediatas se reflejaron en la ejecución de actos genocidas en contra de los más oprimidos y pobres del país.
Frente a los atropellos promovidos desde las altas esferas gubernamentales, monseñor Romero se erigió como un incólume defensor de los desposeídos. Fue brutalmente asesinado el 24 de marzo de 1980 mientras celebraba la santa misa en la capilla del hospital de la Divina Providencia en San Salvador; hecho que lo convirtió también en mártir.
Es entonces necesario y en un acto de imperativa justicia, exaltar los 100 años del natalicio del beato Óscar Arnulfo Romero, actualizando su legado de justicia y reivindicación en favor de la dignidad humana.
Dr. Alberto Lucero Avilés