Dos menores de 7 y 8 años perdieron la vida al caer a un reservorio en El Quinche
Moradores del sector piden que se ubique un cerramiento en el lugar
En estado de shock quedaron los padres de los dos niños que se ahogaron en un reservorio ubicado en El Quinche, al norte de la capital.
La noticia fatal se regó en el barrio San Miguel. Fue un morador quien encontró los cuerpos de los pequeños flotando en un estanque lleno de agua y construido en un terreno donde existen plantaciones de frutas. Con la ayuda de otros vecinos, se apresuraron en recuperar a los pequeños, quienes vestían ropa deportiva, e intentaron reanimarlos.
La novedad se reportó al Cuerpo de Bomberos, que llegó al lugar y verificó el deceso de los menores de edad.
En medio de la consternación, la vecindad comentaba distintas hipótesis de lo acontecido. Unos dijeron que, al parecer, la pelota con la que jugaban los menores habría caído en el reservorio y en el intento de recuperarla sufrieron el fatal accidente.
Otra versión era que supuestamente los amiguitos se habrían acercado al reservorio a observar los pequeños peces.
La muerte de los menores causó gran consternación entre los moradores, quienes se solidarizaron con los deudos y decidieron realizar una colecta para los gastos funerarios.
Una de las vecinas se quitó el gorro que llevaba puesto y recorrió la calle Los Robles, para recoger el dinero que donaban los lugareños.
Mientras, la policía llevaba a cabo las diligencias de ley en el interior del terreno donde ocurrió la desgracia.
Miembros de la Dinased realizaron averiguaciones entre las personas del sector para determinar las causas del hecho. Los dos cadáveres fueron llevados a la morgue, de donde fueron retirados luego de los trámites de ley.
La mañana de ayer, los niños eran velados juntos, en una vivienda del barrio San Miguel. El sepelio se efectuaría mañana porque, según allegados, se espera que otros familiares lleguen de España.
Autoridades de la institución policial recomendaron que los reservorios construidos en los terrenos deben contar con las debidas seguridades, como un cerramiento o un cerco.