Es tarea de todos
La inseguridad es uno de los mayores problemas que enfrenta nuestra ciudad; sus habitantes soportan ataques de toda naturaleza, en donde se cometen delitos execrables que demuestran ensañamiento, crueldad, depravación inaudita. Esta inseguridad tiene varias causas, que deberían ser analizadas con mayor preocupación por parte de todos quienes vivimos aquí, a fin de encontrar fórmulas de solución que pasen del discurso y de la enunciación de propuestas -que por inocuas a nada positivo conducen- a medi- das contundentes que pongan en evidencia que en verdad se quiere luchar contra el delito y los delincuentes.
Alarma constatar cómo día a día los habitantes de Guayaquil se encierran detrás de rejas en sus casas, en sus barrios, en sus sitios de trabajo, en sus ciudadelas. Cómo mientras los ladrones, asaltantes y violadores actúan armados hasta los dientes, los ciudadanos de a pie no podemos portar ni una “horqueta” para utilizarla en defensa propia. Constatamos cómo las leyes, aunque se diga que no, protegen más al vic- timario que a la víctima.
La lucha contra la delincuencia es tarea de todos. La ciudadanía debe exigir que se repare la grave equivocación que cometió el “correazo” cuando sin fundamento de ninguna naturaleza hizo desaparecer a la Corporación para la Seguridad Ciudadana de Guayaquil, que reunía a entidades locales gubernamentales y no gubernamentales de carácter público y privado, religiosas y laicas, a la prensa, a la radio y a la televisión, con el único propósito de darle más seguridad a los habitantes de esta ciudad. Nunca se
Constatamos cómo las leyes, aunque se diga que no, protegen más al victimario que a la víctima. La lucha contra la delincuencia es tarea de todos’.