Treinta camiones de bomberos bañaron la avenida 9 de Octubre
El tradicional ejercicio de agua congregó a cientos de personas
El bullicio de las risas infantiles se mezcló con el sonido de los potentes chorros de agua que la mañana de ayer bañaron la avenida 9 de Octubre. Era el tradicional ejercicio de agua que el Benemérito Cuerpo de Bomberos de Guayaquil (BCBG) realiza cada año.
Usando botas de caucho y ropa de baño, la pequeña Ivanna, de 6 años, llegó con su mamá Viviana Jalón desde la vía a la costa. Ella y su hermano Sebastián (12) se volcaron hacia los chorros en la intersección de 9 de Octubre y Escobedo, mientras su mamá aguardaba en la acera con sus pertenencias para cambiarse de ropa. “Es la cuarta vez que venimos y ahora les traigo ropa de baño para que se mojen con tranquilidad”, comentó Jalón.
Para María Luisa Vizcaíno la situación era similar. Portaba una mochila y esperaba a un lado de la vereda que sus nietos Anthony y Juan Sebastián terminaran de jugar en medio de la avenida. Su hijo Andrés Troya fue parte del equipo de bomberos que asistieron a esta jornada.
Martín Cucalón, primer jefe del BCBG, calculaba la presencia de unos 700 bomberos en esta actividad que se realiza tradi- cionalmente desde hace más de 150 años. “Siempre se lo hacía el 12 de octubre que era feriado, ahora se lo hace el domingo más próximo a esa fecha”. En la jornada, además de distracción, se ofrecen detalles como técnicas para apagar incendios.
Pero lo que más le gusta a Mirtha de Estrada es la oportunidad de divertirse. “Es una jor- nada familiar a la que venimos siempre desde hace unos seis años. Cada año estamos pendientes de las fechas. Ayer observamos el desfile de las antorchas y hoy estamos en el ejercicio de agua”, dijo la mujer que reside en el Suburbio y llegó al evento junto con su esposo Alejandro y sus hijos Norman, de 10 años, y Keanu, de 8.
A estos últimos lo que más les gusta es poder subirse a los camiones y tomarse fotos junto a los bomberos, que lucen sus uniformes amarillos.
Con la actividad también afloró el comercio informal. Vendedores de agua, gaseosas, churros, ofrecían sus productos a los asistentes.